La Granja de los Sueños
Era una vez una hermosa granja llamada "La Granja de los Sueños", ubicada en un rincón del campo argentino. La granja era un lugar mágico, lleno de animales amistosos y plantas que crecían con alegría bajo el sol. Allí vivían Victoria e Isaac, dos hermanos inseparables que compartían un gran amor por la naturaleza y los animales.
Un día, mientras jugaban cerca del estanque, Victoria exclamó: "¡Mirá, Isaac! ¡Ese pato parece que está triste!"-
Isaac se acercó y observó al pato, que se quedó quieto, sin hacer ruido. "Tenés razón, Vic. ¿Qué podemos hacer para alegrarlo?"-
Victoria, siempre llena de ideas, sugirió: "Podríamos organizar un festival en la granja, ¡con música y comida! Atraeríamos a muchos amigos y el pato podría disfrutar de la fiesta también!"-
Isaac sonrió ampliamente. "¡Eso suena genial! ¡Vamos a prepararlo!"-
Así, comenzaron a planear el festival. Hicieron carteles coloridos con la ayuda de su mamá y decoraron el granero. Invitaron a todos los animales de la granja, así como a los vecinos y amigos de la comunidad. Cada uno tenía un papel importante: los patos bailarían, las cabras harían acrobacias, y las gallinas pondrían huevos decorados para la búsqueda del tesoro.
El día del festival, todo estaba listo. Victoria vistió a los animales con cintas y cintas brillantes, mientras Isaac preparaba limonada fresca. La granja estaba llena de risas y música, y el pato triste se convirtió en el centro de atención, saltando felizmente al ritmo de la música.
Sin embargo, a mitad de la celebración, algo inesperado sucedió. Una nube oscura cubrió el sol, y comenzó a llover. La gente comenzó a preocuparse. "¡Oh no!"-, se quejaba una vecina. "¿Qué haremos ahora?"-
Victoria no se rindió. "No podemos dejar que la lluvia arruine nuestro festival. ¡Vamos adentro del granero!"-
Todos, bajo la dirección de Victoria, se apresuraron al granero, llevando consigo a los animales y todo lo que podían.
Una vez dentro, la atmósfera cambió completamente. Isaac tomó una guitarra y comenzó a tocar. "Si no podemos estar afuera, ¡hagamos una fiesta adentro!"- Victoria comenzó a cantar, y los demás se unieron.
Pronto, el granero se llenó de música, bailes, juegos y risas, y el pato, que antes estaba triste, se unió a la diversión haciendo pequeñas piruetas.
La fiesta continuó, y cuando la lluvia finalmente paró, el cielo se despejó y un hermoso arcoíris apareció. Todos salieron del granero y vieron, maravillados, el espectáculo natural. "Mirá, ¡el pato se ha vuelto el rey del arcoíris!"-, rió Isaac mientras el pato chapoteaba felizmente en el charco.
Al ver el hermoso arcoíris, Victoria comentó: "La lluvia fue solo un pequeño obstáculo. Lo que importa es que nos unimos y encontramos una forma de seguir disfrutando juntos. ¡Eso es lo que realmente cuenta!"-
Todos aplaudieron y acordaron que esa sería una celebración que recordarían para siempre.
Y así, la Granja de los Sueños no solo trajo alegría a los animales, sino que también enseñó a los hermanos y a todos los que asistieron que el amor, la amistad y la creatividad pueden transformar incluso los días más grises en coloridos recuerdos.
Desde ese día, Victoria e Isaac siguieron organizando festivales cada año, celebrando la alegría simple de estar juntos y cuidar de cada rincón de su amada granja.
FIN.