La Granja en Llamas


Pedro y Juan eran dos primos que vivían en la ciudad, pero cada verano iban al campo de su abuelo para ayudarlo con las tareas del campo y disfrutar de la naturaleza.

El abuelo era un hombre mayor, pero aún así trabajaba duro todos los días para mantener su granja. Un día, mientras estaban reagarrando frutas en el huerto, Pedro dijo: "Abuelo, ¿por qué no podemos jugar todo el día? Trabajar es aburrido".

El abuelo sonrió y respondió: "Trabajar puede ser duro a veces, pero es importante para tener una vida buena y saludable. Además, si no trabajamos en la granja, no habrá suficientes alimentos para comer". Juan asintió con la cabeza y dijo: "Tienes razón abuelo.

Sin trabajo no hay recompensa". De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano. El abuelo les dijo que se quedaran juntos mientras él investigaba el ruido.

Después de unos minutos regresó corriendo hacia ellos gritando: "¡Hay un incendio forestal! Tenemos que actuar rápido". Pedro y Juan se pusieron nerviosos al escuchar esto. Ellos nunca habían estado en una situación así antes.

El abuelo les explicó cómo podían ayudar a apagar el fuego usando agua y palas. Juntos trabajaron arduamente hasta que finalmente lograron extinguir las llamas. Después de eso, Pedro dijo: "Abuelo tienes razón sobre trabajar duro.

Si no hubiéramos aprendido cómo hacerlo aquí en tu granja hoy quizás no podríamos haber ayudado a salvar el bosque". Juan agregó: "Y también aprendimos que cuando trabajamos juntos, podemos hacer cosas increíbles". El abuelo sonrió y dijo: "Así es chicos.

El trabajo duro y la cooperación son importantes para tener éxito en cualquier cosa que hagamos en la vida". Desde ese día, Pedro y Juan ayudaban al abuelo con entusiasmo en todas las tareas de la granja.

Y aunque a veces era difícil, sabían que valía la pena porque estaban aprendiendo habilidades importantes y haciendo una diferencia en su comunidad.

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