La Guerrera Loca Sale de Noche



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Luminar, donde la noche siempre estaba llena de estrellas brillantes. En este lugar, vivía una niña especial, conocida por todos como La Noche Roja. Era una guerrera loca, pero no porque fuera temeraria, sino porque siempre buscaba aventuras y ayudaba a los demás.

Una noche, mientras el sol se ponía y el cielo se teñía de tonos naranjas y morados, La Noche Roja se asomó por la ventana de su habitación.

"¡Es el momento de una nueva aventura!", exclamó con entusiasmo. -

Con su capa roja ondeando al viento, decidió que era el momento perfecto para salir y explorar. Pero esa noche, había un misterio en el aire. Los animales del bosque estaban inquietos, y los árboles susurraban secretos sobre una criatura extraña que había aparecido en la oscuridad.

Cuando La Noche Roja llegó al bosque, comenzó a escuchar un suave llanto que provenía de debajo de un arbusto. Al acercarse, se encontró con un pequeño zorro que parecía asustado.

"¿Por qué lloras, pequeño zorro?" - preguntó La Noche Roja.

"No sé cómo volver a casa. Me perdí, y ahora tengo miedo de la oscuridad", respondió el zorro con una voz temblorosa. -

La Noche Roja, con su corazón lleno de compasión, decidió ayudar al zorro. "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar el camino de regreso. La noche puede ser oscura, pero también está llena de luces y de amigos" -.

Mientras caminaban juntos, La Noche Roja y el zorro notaron que las estrellas brillaban intensamente. Ella le explicó que cada estrella era una guía, y que siempre hay esperanza, incluso en la oscuridad.

"Mirá esas estrellas, cada una te iluminará el camino hacia casa" - dijo La Noche Roja. -

Con cada paso que daban, el pequeño zorro fue ganando confianza. Pero, de repente, un ruido fuerte rompió la tranquilidad de la noche. Era un búho que se posó en la rama de un árbol cercano.

"¿Qué hacen en el bosque a esta hora?", preguntó el búho, su mirada inquisitiva fija en ellos. -

"Estamos buscando el camino a casa del pequeño zorro", respondió La Noche Roja. -

"¡Es peligroso estar aquí de noche! Hay cosas raras que merodean. Tengan cuidado" - agregó el búho.

La Noche Roja, un poco preocupada, miró al zorro y decidió que debían ser valientes. "No dejaremos que el miedo nos paralice. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa" -.

Siguiendo el consejo del búho, decidieron moverse con precaución. De repente, un gran destello iluminó el cielo y, en medio de la oscuridad, apareció una figura misteriosa: una criatura cubierta de brillantes luces. Era un dragón que parecía asustado.

"¿Quién anda allí?", preguntó el dragón con voz suave, mientras revoloteaba un poco. -

"¡Yo soy La Noche Roja! Y él es mi amigo, el zorro. Estamos en busca de su hogar" - contestó la guerrera con determinación. -

"¿Yo? ¿Un dragón? No voy a ayudar", murmuró el dragón, sintiendo pena por sí mismo. -

La Noche Roja, al ver que el dragón se sentía triste, se acercó y le sonrió. "No te sientas así. Todos tenemos momentos difíciles. Pero si nos ayudamos los unos a los otros, todo es más fácil" -.

El dragón, conmovido por las palabras de La Noche Roja, decidió unirse a la búsqueda del zorro. "Te ayudaré a encontrar tu hogar, pequeño amigo" - dijo, alzando el vuelo y planeando sobre el bosque. -

Realmente fue un giro inesperado. La Noche Roja, el zorro y el dragón volaron juntos, haciendo un equipo inesperable y divertido. El dragón iluminó el camino con su brillo mientras el zorro empezaba a recordar detalles de su hogar.

Finalmente, después de un largo rato de buscar, encontraron la cueva del zorro, oculta detrás de unas rocas. El pequeño zorro saltó de alegría.

"¡Mi hogar! ¡Estoy tan feliz!" - exclamó, abrazando a La Noche Roja y al dragón. -

"Recuerda, siempre que sientas miedo, mira las estrellas y busca a tus amigos. Siempre están ahí para ayudarte" - dijo La Noche Roja. -

El dragón sonrió y se despidió, volando de regreso al cielo nocturno. A partir de esa noche, La Noche Roja y el pequeño zorro se volvieron inseparables, siempre dispuestos a ayudar a quien lo necesitara, demostrando que la verdadera valentía está en enfrentar los miedos y en la amistad.

Desde entonces, en Luminar, las noches se llenaron de historias sobre La Noche Roja, la guerrera loca que siempre salía de noche para hacer del mundo un lugar mejor.

Y así, Luminar brilló, aun en las noches más oscuras, gracias a una niña con una capa roja y un corazón lleno de coraje.

FIN.

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