La guitarra mágica

Mari era una niña muy talentosa para tocar la guitarra. Pasaba horas y horas practicando, soñando con algún día convertirse en una gran músico famosa. Un día, mientras ensayaba en su habitación, algo extraordinario ocurrió.

De repente, la guitarra de Mari comenzó a emitir una luz brillante y vibrante. Mari se quedó boquiabierta mientras veía cómo su instrumento musical se transformaba ante sus ojos.

Las cuerdas parecían cobrar vida propia y las notas resonaban en el aire como si tuvieran vida. Intrigada y emocionada, Mari tocó una nota más y la habitación se llenó de música mágica. La melodía flotaba en el aire, transportándola a un mundo completamente nuevo y desconocido.

Mari decidió seguir el sonido melódico que emanaba de su guitarra mágica. Salió corriendo por la puerta principal de su casa sin preocuparse por decirles a sus padres adonde iba. Estaba decidida a descubrir qué había detrás de esta experiencia sobrenatural.

Caminando por un bosque encantado, Mari encontró un pequeño arroyo cuyas aguas cristalinas reflejaban luces multicolores provenientes del cielo estrellado.

Se acercó al agua cautelosamente y vio su propio reflejo bailando al ritmo de la música celestial que emanaba de su guitarra. De repente, apareció un duende diminuto llamado Tito que emergió del arroyo con una sonrisa traviesa en su rostro arrugado.

"¡Hola Mari! Veo que has encontrado tu camino hacia nuestra tierra mágica", dijo Tito con su voz aguda y melodiosa. Mari se quedó sin palabras, pero asintió con la cabeza. Estaba maravillada de encontrarse en un lugar tan mágico y lleno de vida.

Tito le explicó que el poder de la música había abierto las puertas del mundo mágico para Mari. La guitarra era un portal a esta tierra encantada, donde todas las criaturas vivían en armonía con la naturaleza y la música. "¡Qué increíble!", exclamó Mari emocionada.

"¿Puedo quedarme aquí para siempre?"Tito sonrió y le dijo que, aunque sería maravilloso tenerla allí, su misión en este mundo aún no había terminado.

Debía llevar el poder de la música a las personas del mundo real y compartir su don con todos aquellos que lo necesitaran. Mari aceptó su destino con valentía y prometió usar su guitarra mágica para traer alegría y esperanza a través de sus melodías.

Después de una despedida emotiva, Mari tocó una última nota en su guitarra antes de regresar al mundo real. Cuando volvió a casa, sus padres estaban preocupados por ella. Habían estado buscándola por todas partes. Pero Mari les contó sobre su aventura mágica y cómo descubrió el verdadero poder de la música.

Desde ese día en adelante, Mari compartió su talento musical con los demás.

Fue invitada a tocar en conciertos benéficos e incluso formó una banda junto a otros músicos talentosos que también creían en el poder curativo de la música. La historia inspiradora de Mari se extendió por todo el mundo, llegando a los corazones de personas de todas las edades.

La música se convirtió en una herramienta para sanar y unir a las personas, recordándoles que siempre hay esperanza incluso en los momentos más oscuros. Y así, Mari siguió su camino como músico exitosa, llevando consigo la magia de la guitarra y compartiendo su amor por la música con todos aquellos que cruzaban su camino.