La guitarra mágica del bosque



En lo profundo del bosque vivían tres amigas muy especiales: Luna la zorra, Mia la ardilla y Lola la coneja. Un día, mientras exploraban cerca de un arroyo, encontraron algo brillante entre los arbustos. Era una guitarra.

"¡Miren lo que encontré!", exclamó Luna emocionada. "¿Qué es eso?", preguntó Mia curiosa. "Es una guitarra", respondió Lola con asombro.

Justo en ese momento, un sabio búho llamado Oli voló hacia ellas y les dijo:"¡Hola, amiguitas! Veo que han encontrado una guitarra.

¿Les gustaría aprender más sobre este maravilloso instrumento?"Las tres amigas asintieron emocionadas y el buho comenzó a explicarles las partes de la guitarra: el mástil, la caja de resonancia, los trastes, las cuerdas, las clavijas y la boca. "Cada parte cumple una función importante para que la guitarra produzca música", les enseñaba Oli con paciencia. Intrigadas por las palabras del búho, las amigas decidieron investigar cada parte de la guitarra.

Luna tocaba las cuerdas con destreza, Mia exploraba los trastes con agilidad y Lola ajustaba las clavijas con cuidado. Descubrieron que cada acción generaba sonidos diferentes y hermosos.

Dedicaron días enteros a practicar juntas, creando melodías que resonaban en todo el bosque. Los animales del lugar se acercaban para escucharlas tocar y pronto se convirtieron en músicos talentosos gracias a su dedicación y trabajo en equipo.

Un día, durante uno de sus conciertos improvisados en el claro del bosque, un grupo de leñadores llegó al lugar con intenciones no muy amigables. Querían talar los árboles para construir casas nuevas. Las tres amigas animales se pusieron nerviosas al ver cómo iban derribando los árboles cercanos.

Entonces se miraron entre sí y supieron qué debían hacer. Rápidamente tomaron sus guitarras y comenzaron a tocar una melodía llena de alegría y esperanza. La música era tan hermosa que los leñadores detuvieron su trabajo para escucharla atentamente.

Fue entonces cuando comprendieron lo importante que era proteger aquel bosque lleno de vida. Conmovidos por la melodía de las amigas animales, los leñadores decidieron abandonar su plan inicial y prometieron cuidar el bosque en lugar de dañarlo.

Desde ese día en adelante, todos vivieron en armonía gracias al poder transformador de la música y la solidaridad.

Y así fue como Luna, Mia y Lola demostraron que con amor, perseverancia y un poco de música podían cambiar el mundo a su alrededor para mejor.

FIN.

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