La historia de Guanaco y Ballena Franca



En una hermosa tierra argentina, vivían dos amigos muy especiales: Guanaco, un curioso animal de largas patas y suave pelaje, y Ballena Franca, una majestuosa criatura del océano. Ambos se llevaban de maravilla, compartían aventuras y se cuidaban mutuamente.

Un día, mientras paseaban por el campo, el Zorro colorado, conocido por ser muy astuto, sembró la discordia entre ellos.

"¡Guanaco, no entiendo por qué te haces amigo de esa enorme ballena! Deberías estar con animales de tu propio tamaño", dijo el Zorro con malicia. Guanaco dudó por un momento, mientras Ballena Franca escuchaba preocupada. La semilla de la duda se sembró en sus corazones y, sin darse cuenta, comenzaron a distanciarse.

La tristeza inundaba sus días, extrañando la amistad que una vez compartieron. Pero un buen día, un grupo de niñxs curiosxs se acercó a ellos con preguntas llenas de inocencia.

Al escuchar sus aventuras y desventuras, lxs niñxs comprendieron que la verdadera amistad no entiende de tamaños ni especies, y les recordaron lo importante que era superar las diferencias. Con el ánimo renovado, Guanaco y Ballena Franca se reunieron en el campo. "Perdón por haber dudado de nuestra amistad, Ballena Franca.

No importa el tamaño, lo que realmente importa es el cariño y apoyo que nos brindamos", dijo Guanaco con sinceridad. "Tienes razón, querido amigo. No permitiremos que nada ni nadie nos separe. ¡Somos inseparables como el sol y la luna!", respondió Ballena Franca con alegría.

Así, renovaron su amistad, más fuerte que nunca. Juntos aprendieron que la verdadera amistad siempre prevalece sobre los conflictos y las diferencias.

Desde entonces, Guanaco y Ballena Franca se convirtieron en un ejemplo para todos en la tierra y el mar, enseñando que la amistad verdadera conquista cualquier obstáculo.

FIN.

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