La historia de Milagros y sus amigos



Había una vez en un país llamado Argentina, donde reinaba la dictadura y no existía la libertad de expresión. Pero un día, el pueblo se levantó y luchó por su derecho a elegir a sus gobernantes.

Así comenzó una nueva era: la democracia. En ese momento, nació Milagros, una niña curiosa e inteligente que siempre preguntaba sobre los cambios que se estaban produciendo en el país.

Su abuela le contaba historias sobre cómo antes no podían hablar libremente y tenían miedo de ser perseguidos por decir lo que pensaban. Milagros soñaba con un futuro donde todos pudieran tener voz y voto, sin importar su origen o condición social.

Quería aprender todo lo posible sobre política para poder hacer la diferencia cuando llegara su turno de votar. Un día, mientras caminaba por el parque con su abuela, encontraron a un grupo de niños jugando fútbol.

Milagros se acercó para ver si podía jugar también y rápidamente se convirtió en parte del equipo. "¡Bienvenida al equipo! ¿Cómo te llamas?"- preguntó uno de los niños. "Soy Milagros"- respondió ella sonriendo.

"¿Y qué te gusta hacer aparte de jugar al fútbol?"- preguntó otro niño mientras pasaban la pelota. "Me gusta leer libros sobre política y aprender cosas nuevas"- respondió ella emocionada. Los niños quedaron sorprendidos ante las palabras de Milagros pero decidieron escucharla atentamente mientras les explicaba lo importante que era participar activamente en la sociedad.

A partir de ese momento, Milagros y los niños se unieron para crear un club de debate donde discutían sobre temas políticos y sociales. Aprendieron a respetar las opiniones de los demás y a escuchar sin juzgar.

Un día, mientras debatían sobre la importancia de la educación en el país, llegó un hombre misterioso que les ofreció ayudarlos a hacer una diferencia real. Era un político honesto que quería cambiar las cosas para mejor.

"¿Cómo podemos confiar en ti?"- preguntó Milagros con cautela. "Deberíamos tener cuidado con lo que promete"- agregó uno de los niños del grupo. El hombre sonrió y les explicó su plan detalladamente.

Les mostró cómo había estado trabajando para mejorar la educación en su comunidad y cómo estaba comprometido con hacer cambios reales en el país. Milagros y los niños estuvieron impresionados por sus palabras y decidieron apoyarlo.

Juntos organizaron campañas para concientizar a la gente sobre la importancia de votar en las elecciones presidenciales que se acercaban. Finalmente, llegó el gran día de las elecciones. Milagros emocionada salió temprano junto a su abuela para votar por primera vez en su vida.

Vio como miles de personas se acercaban a las urnas con un brillo especial en sus ojos porque sabían que podían cambiar el futuro del país. Al final del día, cuando se anunciaron los resultados, Milagros saltaba emocionada al ver que su candidato había ganado.

Todos habían hecho una diferencia juntos gracias al poder de la democracia. Desde ese momento, Milagros siguió luchando por sus ideales y trabajando duro por un futuro mejor para su país.

Sabía que gracias a la democracia, ella y sus amigos podrían hacer una diferencia real en el mundo.

FIN.

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