La historia de Niño Pelota
Había una vez un niño llamado Martín que era conocido en su barrio como Niño Pelota, ya que no se separaba de su querida pelota de fútbol.
Martín pasaba horas jugando al fútbol en el parque, feliz y contento, hasta que un día algo inesperado sucedió. Mientras jugaba, Martín pateó tan fuerte la pelota que se adentró en un bosque cercano.
Martín, preocupado, se aventuró en el bosque en busca de su amada pelota, pero al adentrarse más y más, se perdió. Desesperado, comenzó a llorar amargamente, sintiéndose solo y asustado. "¿Dónde estoy? ¿Cómo volveré a casa?" Niño Pelota lloraba sin cesar, hasta que escuchó una voz amigable que decía: "¿Estás perdido, amigo?".
Era un mapache llamado Rocky, quien se acercó a consolar a Martín. Con la ayuda de Rocky, Martín logró encontrar su pelota y regresar a casa sano y salvo.
A partir de ese día, Niño Pelota y Rocky se convirtieron en amigos inseparables, jugando al fútbol juntos y explorando el bosque. Martín aprendió el valor de la amistad y la importancia de pedir ayuda cuando la necesitaba, mientras que Rocky descubrió la alegría de jugar al fútbol.
Juntos, demostraron que las amistades pueden surgir de los momentos más inesperados, y que siempre hay alguien dispuesto a ayudarte en los momentos difíciles.
FIN.