La historia de Odette y su transformación
Había una vez un hermoso lago en un reino lejano. En este lago vivían unos magníficos cisnes que danzaban elegantemente sobre el agua. Sin embargo, había un cisne diferente, una bella joven llamada Odette, que había sido convertida en cisne por un antiguo hechizo.
Un día, un príncipe llamado Sigfrido estaba cazando cerca del lago. Al acercarse, vio a los cisnes danzando y se quedó maravillado. No pudo resistirse a llamarlos.
"¡Qué lindos son! Voy a intentar atraparlos para mostrárselos a mi madre!" - dijo el príncipe emocionado.
Pero al acercarse, Odette se transformó en su forma humana.
"No, no me atrapes, por favor. Soy Odette, una princesa condenada a vivir como cisne durante el día" - suplicó.
Sigfrido, sorprendido por su belleza y su triste historia, decidió ayudarla.
"¿Qué tengo que hacer para liberarte?" - preguntó con determinación.
"Debes prometerme amor eterno ante todos los presentes en el reino, pero ten cuidado, no todos los cisnes son amigos" - respondió Odette, señalando que había un hechizo oscuro que también amenazaba a su reino.
El príncipe y Odette se encontraron todos los días en el lago, y así, su amor creció. Sin embargo, un día, apareció el malvado hechicero que había lanzado el hechizo sobre Odette.
"¡Sigfrido! No te dejes engañar por ella. Yo puedo ofrecerte una novia hermosa, así que quedate con la Reina Cisne!" - gritó el hechicero, mostrando a una formidable cisne negro.
El príncipe sintió que su corazón se dividía.
"¿Por qué me haces eso? Odette es la única que amo!" - exclamó angustiado.
El hechicero sonrió con malicia.
"Si realmente la amas, demuéstralo!" - dijo, desafiándolo.
Sigfrido, decidido a romper el hechizo, organizó un gran baile en el palacio. Invitó a todos los príncipes y princesas del reino, incluido el cisne negro engañoso del hechicero.
La noche del baile, Sigfrido se preparó. En lugar de quedar deslumbrado por la belleza del cisne negro, lo que hizo fue recordar a Odette y lo que había prometido. Cuando el cisne negro se le acercó, él se mantuvo firme.
"No, no quiero a nadie más. Mi amor por Odette es verdadero, y lo demostraré esta noche" - afirmó
Los convidados quedaron asombrados al ver el despliegue de amor incondicional.
"Yo prometo mucho más que belleza. Prometo amor y sinceridad, Odette!" - proclamó.
Justo en ese instante, el hechizo que mantenía a Odette prisionera se rompió, y ella apareció radiante ante todos. Los cisnes danzaron alrededor de ellos, mientras el hechicero, enfurecido, desapareció.
El lago brilló dulcemente, y cada cisne transformado en príncipe y princesa se unió a la danza de felicidad. Odette al fin libre, tomó la mano de Sigfrido.
"Gracias, querido, por no rendirte nunca por mí" - susurró, llena de amor.
Desde aquel día, Odette y Sigfrido vivieron felices y gobernaron el reino con amor, siempre recordando que en el amor, la valentía y la confianza son la clave para superar cualquier desafío.
Y así, el lago de los cisnes se transformó en un lugar mágico no solo por su belleza, sino por la historia de amor que allí floreció.
FIN.