La historia de Pablo



Había una vez un niño llamado Pablo que tenía un gran sueño: convertirse en el rey del narcotráfico en todo el mundo.

Él pensaba que esto le daría mucho poder y dinero, pero no sabía las consecuencias de sus acciones. Un día, mientras caminaba por la calle, se encontró con un anciano sabio que notó la tristeza en los ojos de Pablo y decidió hablarle. "¿Qué te pasa, joven?" preguntó el anciano.

"Quiero ser el rey del narcotráfico en todo el mundo para tener mucho poder y dinero," respondió Pablo. El anciano lo miró con tristeza y le dijo: "Eso no es lo correcto, joven. El narcotráfico solo causa dolor y sufrimiento a las personas.

"Pablo no estaba seguro de entender completamente lo que significaba eso, pero decidió escuchar al anciano sabio y aprender más sobre las consecuencias de sus acciones.

En su camino hacia casa, se encontró con una madre llorando porque su hijo había sido víctima de la droga. Esto hizo que Pablo cayera en cuenta del daño real que causaban las drogas a las personas inocentes.

Decidió entonces cambiar su sueño por algo más noble: ayudar a aquellos afectados por las drogas y trabajar para detener el narcotráfico. Con dedicación y esfuerzo logró conseguir trabajo como voluntario en una organización dedicada a prevenir el consumo de drogas entre los jóvenes.

Conociendo historias inspiradoras de personas que habían salido del mundo oscuro del narcotráfico gracias al apoyo emocional recibido durante su rehabilitación, se propuso ayudar a los jóvenes a no caer en la tentación de las drogas.

Con el tiempo, se convirtió en un líder exitoso y respetado en la lucha contra el narcotráfico, recibiendo reconocimientos por su labor y dedicación. Pablo aprendió que los sueños pueden cambiar y evolucionar con el tiempo, pero lo más importante es siempre tener valores éticos y morales que guíen nuestras acciones.

Y así, Pablo encontró su verdadero propósito en la vida: ayudar a hacer del mundo un lugar mejor.

FIN.

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