La historia de Tito el osito curioso



Tito era un osito muy curioso que adoraba ir a la escuela y aprender cosas nuevas. Un día, cuando llegó al colegio, vio que estaban vacunando a sus amiguitos. Todos estaban llorando y tenían miedo, e incluso se escondían debajo de las mesas. Aunque Tito no tenía miedo de la vacuna, al ver a sus amigos asustados, decidió esconderse también.

La maestra, preocupada por Tito, lo sacó con cuidado de debajo de la mesa y le explicó que las vacunas no son dolorosas y que son muy importantes para mantenernos sanos y fuertes. Tito, un poco asustado pero dispuesto a ser valiente, decidió confiar en su maestra y seguir adelante.

“¿Vas a ser valiente como un verdadero osito, Tito? ”, le preguntó la maestra mientras le acariciaba la cabeza. Tito asintió con determinación.

Cuando le tocó su turno, Tito miró fijamente a la enfermera y, con un poco de nerviosismo, extendió su bracito. La enfermera, con una sonrisa reconfortante, le administró la vacuna en un abrir y cerrar de ojos. Tito apenas sintió un piquetito, mucho menos de lo que se imaginaba. Al darse cuenta de que la vacuna no había sido tan terrible como creía, Tito se sintió muy valiente y orgulloso de sí mismo.

Desde ese día, Tito entendió la importancia de las vacunas y se convirtió en el defensor más entusiasta de la vacunación entre sus amigos. Les contaba cómo él había sido valiente y cómo la vacuna apenas había dolido. Su valentía inspiró a muchos de sus amiguitos, y juntos aprendieron que, aunque algo pueda asustarnos al principio, a veces es necesario enfrentarlo para cuidar de nuestra salud y la de los demás.

Y así, Tito, el osito valiente y curioso, demostró que no hay nada más valiente que cuidar de uno mismo y de los demás.

FIN.

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