La historia del dinosaurio youtuber



Érase una vez en un mundo lleno de dinosaurios, donde los grandes y los pequeños jugaban juntos, compartían aventuras y exploraban su hermoso hogar. En una pequeña colina, vivía Dino, un dinosaurio joven y curioso que soñaba con ser famoso por su habilidad para contar historias. A Dino le encantaba hablarle a sus amigos sobre sus fantasías y aventuras en la vasta jungla que rodeaba su hogar. Pero todos los sábados por la tarde, Dino se sentaba en una piedra grande y escuchaba a su amigo el triceratops, Rayo, charlar sobre los últimos videojuegos y las aventuras que vivían los dinosaurios en los canales de YouTube.

"Yo también quiero ser youtuber", dijo Dino con entusiasmo.

"Pero, Dino, no tenemos nada de eso aquí", le respondió Rayo.

Los amigos de Dino se rieron. Sin embargo, esto no desanimó a Dino. Cibernética y tecnología no estaban en su vocabulario, pero tenía una gran imaginación y amor por las historias. Así que decidió que aún podía ser un youtuber.

Dino pidió ayuda a su amiga Pati, la pequeña pterodáctilo, que siempre estaba volando alto en el cielo. Ella sabía mucho sobre el mundo digital y pronto le mostró cómo hacer un canal en su pequeño celular.

"Vas a necesitar un nombre genial", le dijo Pati.

"¿Qué tal DinoCuentos?", sugirió él.

"¡Me encanta!" exclamó Pati.

Dino, emocionado, subió su primer video. La idea era simple: contar historias sobre sus aventuras diarias. Grabó en un hermoso atardecer, con su rabo meneándose y sus ojos brillantes.

"¡Hola amigos! Soy Dino, bienvenidos a DinoCuentos! Hoy voy a contarles cómo encontré un hermoso arcoíris en la selva. ¡Acompáñenme!"

Poco a poco, sus amigos comenzaron a compartir el video y pronto Dino ganó el corazón de varios dinosaurios alrededor del mundo. Sin embargo, no todo fue fácil. Un día, al revisar su canal, notó que había comentarios negativos.

"Nadie debería hacer lo que yo hago", decía uno.

Dino se sintió triste y confundido. Se sentó con Rayo y Pati bajo el viejo árbol a hablar sobre esto.

"No dejes que los comentarios malos te afecten", le aconsejó Rayo. "Debes seguir haciendo lo que amas. Di lo que te gusta contar, no lo que otros quieren escuchar."

Pati añadió:

"Exacto, cada uno es único. ¡Eres un excelente contador de historias y eso es lo que importa, amigo!"

Motivado por las palabras de sus amigos, Dino volvió a grabar. Esta vez habló sobre la importancia de ser uno mismo y no dejar que los demás apaguen su brillo.

"Hoy quiero que hablemos de la amistad y de ser auténticos. Recuerden, cada uno tiene su propio color en este mundo. ¡Nunca dejen que alguien les diga que no pueden brillar!"

Los días pasaron y sus vídeos comenzaron a atraer más y más visitas. Hasta que un día recibió un mensaje de un famoso youtuber dinosaurio llamado Rex, quien lo invitó a formar parte de un proyecto especial y hacer un video juntos.

Dino no podía creerlo.

"¡Es una gran oportunidad! ¿Qué debería hacer?"

"Deberías invitarlo a que venga a grabar un cuento junto a vos", sugirió Pati.

Dino se preparó y, finalmente, el día de la grabación llegó. Rex se presentó y le dio la bienvenida al equipo, el cual lo trató como su igual.

"Vamos a hacer un gran video, Dino. Estoy muy emocionado por trabajar contigo", le dijo Rex.

La grabación fue un éxito y sus suscriptores comenzaron a multiplicarse. Dino comprendió que su pasión por contar historias no solo lo había hecho feliz, sino que también le había enseñado que la amistad y ser uno mismo le abren puertas que nunca imaginó.

Desde ese día, Dino no solo continuó creando vídeos, sino que también ayudó a otros dinosaurios a encontrar su voz y ser auténticos. Con su carisma y creatividad, se convirtió en un inspirador en la comunidad de dinosaurios.

Con cada historia que contaba, enseñó a todos que, sin importar las circunstancias, lo importante es ser uno mismo y compartir lo que uno ama con los demás. Y así, Dino siguió creando magia a través de sus cuentos, con la ayuda de sus amigos, y vivieron felices contando historias por siempre.

FIN.

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