La Historia del Nido Perdido
Era una mañana soleada en el bosque cuando un pequeño pajarito llamado Pío despertó buscando su nido. Pero, ¡oh no! No lo encontró. Estaba tan preocupado que decidió pedir ayuda a sus amigos.
"- ¡Pato, Pato! ¿Dónde está mi nido?" llamó Pío, volando cerca del lago donde nadaba su amigo.
"- Buen día, Pío. No lo he visto. Pero puedo ayudarte a buscarlo. Vamos a preguntarle al Pollo!" respondió Pato, moviendo su colita.
Pío y Pato fueron a buscar al Pollo. Al llegar al gallinero, encontraron a Pollo picoteando granos.
"- ¡Pollo! ¡Mi nido se ha perdido! ¿Lo has visto?" preguntó Pío con tristeza.
"- No, Pío. Pero el Pavo siempre está mirando para arriba. Quizás él lo haya visto!" dijo Pollo, mientras se sacudía el polvo de sus plumas.
Así que los tres amigos se fueron volando y caminando hacia el corral del Pavo. Al llegar, encontraron a Pavo descansando con los ojos cerrados.
"- ¡Pavo! ¡Despierta! Mi nido no está!" gritó Pío.
"- ¡Eh! ¿Qué pasó? ¡Hola, amigos!" dijo Pavo, abriendo un ojo.
"- ¿Has visto mi nido?" preguntó Pío, con un poco de esperanza.
"- No lo he visto, pero el Loro tiene muy buena vista. Tal vez él sepa donde está!" respondió Pavo, rápidamente.
Pío ya estaba un poco desesperado, pero decidió no rendirse. "- ¡Gracias, Pavo! Vamos a buscar al Loro!"
Los cuatro amigos se dirigieron al árbol más grande del bosque. Loro solía posarse en la rama más alta. Al llegar, vieron a Loro hablando con una mariposa.
"- Loro, Loro! ¿Has visto mi nido?" preguntó Pío, levantando un poco el vuelo.
"- Hmmm... No, Pío. Pero presten atención – en el bosque hay un lugar especial donde los nidos suelen aparecer. Yo vi muchos nidos allí cuando volaba alto. ¡Vamos!" dijo Loro, y comenzó a volar hacia el claro del bosque.
Con los corazones llenos de esperanza, siguieron a Loro. Al llegar al claro, ¡oh sorpresa! Allí había muchos nidos de diferentes tamaños y colores. Pero, ¿dónde estaba el de Pío?"- ¡Miren!" exclamó Pato, señalando. "- Ese nido se parece al de Pío, pero es más grande. ¡Tal vez le guste!"
"- ¡No! Mi nido es pequeño y tiene un poco de azul!" gritó Pío, buscando por todas partes.
"- Encontrémoslo juntos!" propuso Pollo, y empezaron a buscar entre los nidos.
Después de buscar y buscar, Pío finalmente se detuvo frente a un nido muy especial. "- ¡Esperen! Este nido tiene mi pluma!"
"- ¿Ves?" dijo Loro. "- A veces, lo que buscas puede estar más cerca de lo que imaginas."
Todos se miraron felices y juntos comenzaron a preparar el nido nuevamente. Al finalizar, todos los amigos se sintieron super felices,
"- Gracias, amigos. Sin ustedes, no lo hubiera logrado!" agradeció Pío, sonriendo.
"- Siempre estaremos aquí para ayudarnos!" dijeron todos al unísono. Desde aquel día, todos aprendieron que con amistad y cooperación, podían encontrar lo que parecía perdido.
Y así, Pío y sus amigos compartieron divertidas aventuras en el bosque, sabiendo que siempre podrían contar unos con otros.
FIN.