La hormiguita laboriosa


En un hormiguero vivía una pequeña hormiga llamada Anita. Todas las mañanas, Anita se levantaba temprano y salía en busca de alimento para su hormiguero. Trabajaba incansablemente, llevando migajas de comida y recolectando hojas y semillas.

Un día, mientras recorría el bosque, se encontró con un grillo llamado Tomás. -¡Hola, Anita! ¿A dónde vas tan apurada? -preguntó el curioso grillo. -Hola, Tomás. Voy en busca de comida para mi hormiguero. Tengo que asegurarme de que todos estén bien alimentados.

-respondió Anita. El grillo se quedó impresionado por la dedicación de la hormiguita y decidió ayudarla. Juntos, recorrieron el bosque en busca de comida y compartieron muchas aventuras.

Con el tiempo, Anita y Tomás se convirtieron en grandes amigos y trabajaron en equipo para llevar alimentos al hormiguero. La comunidad de hormigas reconoció el esfuerzo de Anita y Tomás, y pronto se unieron a ellos en la recolección de alimentos.

Todos aprendieron que el trabajo en equipo y la solidaridad eran fundamentales para lograr el bienestar de la comunidad. Gracias al esfuerzo y la dedicación de Anita, el hormiguero nunca volvió a pasar hambre.

Y así, la pequeña hormiga demostró que con trabajo duro y colaboración se pueden superar los desafíos más grandes.

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