La hormiguita trabajadora y el invierno


En un pequeño hormiguero en el bosque, vivía una hormiguita llamada Anita. Anita era muy trabajadora y siempre se esforzaba por recolectar la mayor cantidad de comida para guardarla y estar preparada para el invierno.

Mientras tanto, otras hormigas, como Margarita y Gustavo, eran muy flojas y se burlaban de Anita por trabajar tanto. "¡Mira a Anita, siempre trabajando sin descanso!" se reían.

Pero Anita no se detenía y continuaba su labor, ignorando las burlas y siempre con una sonrisa en su rostro. Un día, cuando el invierno llegó, el hormiguero se vio cubierto de nieve y las provisiones de comida se agotaron rápidamente.

Todas las hormigas empezaron a preocuparse al darse cuenta de que no tenían suficiente comida para sobrevivir el invierno. Desesperadas, fueron a pedir ayuda a Anita, quien con amabilidad y compasión les compartió parte de sus provisiones. "Anita, estamos arrepentidas de habernos burlado de ti.

No sabíamos lo importante que era tu trabajo hasta ahora que necesitamos de tu ayuda. Gracias por tu generosidad", dijeron las hormigas arrepentidas. Anita, con una sonrisa, les perdonó y les enseñó que con esfuerzo y solidaridad se pueden superar los desafíos.

A partir de ese día, todas las hormigas trabajaron juntas y aprendieron la importancia de la cooperación y el esfuerzo para superar las dificultades. Y Anita, con su ejemplo, se convirtió en un modelo a seguir para todo el hormiguero.

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