La hormiguita trabajadora y su hermanita haragana



En el hormiguero vivían dos hermanitas muy distintas: Carlota, la hormiguita trabajadora, y Lola, la hormiguita haragana. Carlota siempre estaba ocupada trabajando, recolectando comida y cuidando el hormiguero, mientras que Lola prefería descansar y disfrutar del sol.

Un día, el invierno se acercaba y era hora de reunir suficiente comida para sobrevivir. Carlota trabajaba sin descanso mientras que Lola se dedicaba a holgazanear.

"Lola, ¿por qué no me ayudas a recolectar comida? El invierno se acerca y necesitamos juntar provisiones", le dijo Carlota. "No te preocupes, hermanita. Siempre encontramos suficiente comida, no hace falta que trabaje tanto", respondió Lola. Sin embargo, a medida que el invierno se acercaba, la comida escaseaba.

El hormiguero se debilitaba y Carlota se lamentaba al ver el resultado de su esfuerzo solitario. Pero un día, cuando Carlota salía a buscar comida, cayó en una trampa de araña. Lola, quien había estado observando a su hermana con disgusto, vio lo sucedido y corrió a ayudarla.

Juntas, lograron escapar y Lola comprendió la importancia del trabajo en equipo. Desde ese día, ambas se unieron para recolectar la comida que necesitaban. El invierno pasó y el hormiguero salió adelante gracias al esfuerzo conjunto de las dos hermanitas.

Aprendieron que el trabajo duro y la colaboración son fundamentales para superar los desafíos.

FIN.

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