La hormiguita y la mariquita


. Todos los días, se levantaba temprano para ir a buscar comida y llevarla al hormiguero, pero siempre lo hacía sola.

No tenía nadie con quien compartir sus aventuras ni con quien hablar en las largas caminatas que realizaba. Un día, mientras recogía unas hojas para su colonia, la hormiguita vio a un grupo de hormigas jugando juntas. Se acercó tímidamente y les preguntó si podía jugar con ellas.

"Lo siento mucho, pero no puedes jugar con nosotras", le respondió una de las hormigas del grupo. La pequeña hormiga se sintió muy triste y siguió su camino hacia el hormiguero sin decir nada más.

Pero en su camino de regreso, encontró a una mariquita solitaria y decidió acercarse a ella. —"Hola" , saludó la pequeña hormiguita. —"Hola" , respondió la mariquita sorprendida por el saludo inesperado. "¿Quieres ser mi amiga?", preguntó la hormiguita tímidamente.

"¡Claro! Me encantaría tener una amiga como tú", dijo emocionada la mariquita. Desde ese día, la pequeña hormiguita y la mariquita se volvieron inseparables. Juntas exploraban el bosque en busca de comida y compartían sus historias más divertidas.

La pequeña hormiguita ya no se sentía sola porque había encontrado una verdadera amistad que llenaba su corazón de alegría. Un día, mientras caminaban por el bosque, encontraron al grupo de hormigas jugando otra vez. Esta vez decidieron acercarse juntas.

"Hola, ¿nos permiten jugar con ustedes?", preguntó la pequeña hormiguita con una sonrisa en su rostro. "¡Por supuesto! Bienvenida a nuestro grupo", respondió amablemente una de las hormigas del grupo.

Desde ese día, la pequeña hormiguita se unió al grupo de amigos y se divirtió mucho jugando con ellos. Pero nunca olvidó que su verdadera amiga era la mariquita, quien la ayudó a superar su tristeza y soledad.

La moraleja de esta historia es que siempre hay alguien ahí afuera que quiere ser tu amigo y llenar tu vida de felicidad. La amistad no tiene límites ni fronteras y puede surgir de cualquier parte si tienes el corazón abierto para recibirlo.

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