La Huerta de Mariana

Mariana era una niña muy activa y feliz, siempre estaba jugando con sus amigos en el parque y disfrutando de los días soleados. Pero un día, después de comer unas papas fritas, empezó a sentirse mal.

Su cara se puso roja y comenzó a picarle todo el cuerpo. Su mamá la llevó al médico y después de hacerle algunas pruebas le diagnosticaron que tenía alergia a pelar papas.

Mariana estaba muy triste porque le encantaba comer papas fritas y puré de papas, pero ahora no podía. Un día, mientras caminaba por el parque con su mamá, se encontró con un grupo de niños que estaban plantando semillas en una huerta comunitaria.

Mariana se acercó para ver qué estaban haciendo y uno de los niños le explicó que estaban plantando diferentes tipos de verduras para luego cosecharlas y compartir la comida entre todos. "¿Te gustaría ayudarnos?", preguntó el niño.

Mariana aceptó encantada y comenzaron a trabajar juntos en la huerta. A medida que iban plantando las semillas, los niños le enseñaron cómo cuidar las plantas para que crecieran sanas y fuertes.

Después de varias semanas, llegó el momento esperado: ¡la cosecha! Los niños recogieron todas las verduras que habían cultivado juntos: zanahorias, tomates, berenjenas... y hasta unas cuantas papas!"¡Mirá!", exclamó uno de los niños señalando las patatas recién sacadas del suelo. "Pero... yo no puedo comer eso", dijo Mariana triste.

Los niños se detuvieron y la miraron con preocupación. Entonces, uno de ellos tuvo una idea:"¡Podemos hacer puré de zanahoria en vez de puré de papas! Es igualmente delicioso y no te hace daño".

Mariana sonrió emocionada ante la propuesta. Así que todos juntos, los niños prepararon un delicioso puré de zanahoria con las verduras que habían cosechado juntos. Y lo mejor de todo: Mariana pudo disfrutarlo sin tener que preocuparse por su alergia.

Desde ese día, Mariana aprendió que aunque a veces hay cosas que no podemos hacer o comer, siempre hay alternativas saludables y sabrosas para disfrutar junto a nuestros amigos.