La imaginación de Justina
Había una vez una niña llamada Justina que tenía problemas para dormir en su propia cama. Siempre se sentía sola y asustada por la oscuridad, así que terminaba durmiendo con sus padres todas las noches.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Justina escuchó a uno de ellos hablar sobre lo bien que dormía en su cama y lo feliz que se sentía al despertar sin estar cansado.
Justina quedó sorprendida ya que nunca había experimentado esa sensación. - ¿Cómo haces para dormir tan bien? -preguntó Justina. - Simplemente me imagino cosas bonitas antes de dormirme -respondió su amigo-.
Me gusta pensar en los lugares que visitaremos juntos cuando crezcamos o en las aventuras que tendremos como superhéroes. Justina pensó sobre esto durante todo el camino a casa. Cuando llegó, decidió intentarlo ella misma. Se metió en su cama y cerró los ojos.
Al principio, se sintió un poco nerviosa porque estaba acostumbrada a tener miedo cuando estaba sola, pero luego recordó las palabras de su amigo y comenzó a imaginarse cosas divertidas. En su mente, Justina era una princesa valiente que luchaba contra dragones malvados para salvar a su reino.
También se imaginaba viajando por el espacio como astronauta o descubriendo tesoros ocultos como Indiana Jones. Mientras seguía imaginando estas historias emocionantes, poco a poco fue perdiendo el miedo y la ansiedad desapareció.
Finalmente se quedó profundamente dormida sin darse cuenta. La mañana siguiente fue maravillosa para Justina. Se despertó descansada y llena de energía, lista para un nuevo día lleno de aventuras.
Desde ese día en adelante, Justina se durmió cada noche imaginando cosas divertidas y emocionantes. Ya no tenía miedo ni se sentía sola en su cama. Finalmente descubrió la magia de dormir bien y feliz.
Y así, Justina aprendió una lección importante: a veces todo lo que necesitamos es un poco de imaginación para superar nuestros miedos y preocupaciones. Y con esa lección en mente, ella vivió feliz para siempre.
FIN.