La importancia de la comunicación


Bautista salió corriendo de su casa con una pelota de fútbol debajo del brazo. Había quedado en encontrarse con sus amigos en el parque para jugar un partido. Pero se olvidó de avisarle a su mamá adónde iba.

Mientras tanto, su mamá estaba ocupada haciendo la cena cuando se dio cuenta de que Bauty no estaba en casa. Empezó a buscarlo por todas partes, pero no lo encontraba.

- ¿Alguien vio a Bauty? - preguntaba preocupada a los vecinos que pasaban por la calle. - No lo hemos visto - respondían todos. Desesperada, decidió llamar a los padres de los amigos de Bautista para ver si sabían dónde podía estar.

Pero nadie tenía noticias del chico ni sus compañeritos. La noche comenzaba a caer y seguía sin aparecer Bauty.

Su mamá empezó a pensar en lo peor: ¿y si había sido secuestrado? Pero mientras tanto, Bautista y sus amigos estaban jugando felices al fútbol en el parque. Sin embargo, después de un rato empezaron a darse cuenta de que ya era tarde y deberían volver a casa.

Fue entonces cuando Bauty se dio cuenta de su error al haberse olvidado de avisarle a su mamá adónde iba. - Chicos, me tengo que ir - dijo preocupado-. Me van a matar si no vuelvo pronto. Los amigos entendieron la situación y acompañaron a Bauty hasta su casa.

Al llegar allí, encontraron una multitud esperándolo afuera con caras preocupadas: eran la mamá, el papá y los vecinos que habían salido a buscarlo. - ¡Bauty! - gritó su mamá al verlo llegar-.

¿Dónde estabas? ¡Te hemos estado buscando por todas partes! Bautista se sintió muy mal al ver la preocupación de su mamá y los demás. Se dio cuenta de que había sido un error salir sin avisar, y prometió no volver a hacerlo.

Desde ese día, Bauty aprendió la importancia de comunicarse con sus seres queridos y de ser responsable. Y su mamá, a su vez, aprendió a confiar en él para dejarlo salir con sus amigos sin preocuparse tanto.

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