La increíble aventura de Antonella y su sandía gigante
Antonella era una niña curiosa y muy traviesa. Un día, su maestra les dio a todos los niños una pequeña semilla y les pidió que la plantaran en casa para verla crecer.
Antonella estaba emocionada y cuidadosamente plantó su semilla en una maceta con mucha tierra y agua. Todos los días le hablaba y le daba cariño, hasta que un día, para su sorpresa, empezó a crecer una planta muy especial.
La planta continuó creciendo y creciendo, y poco a poco Antonella se dio cuenta de que ¡era una planta de sandía! Pero no era una sandía común y corriente, ¡era gigante! Antonella no podía creerlo, ¿cómo una pequeña semilla se había convertido en algo tan grandioso? Decidió cuidarla día y noche, dándole mucha agua y cariño.
Un día, la sandía finalmente maduró, y Antonella organizó una gran fiesta en su casa para compartirla con todos sus amigos. Fue una celebración maravillosa, llena de risas y alegría.
Todos se maravillaron con la sandía gigante de Antonella, y desde ese día, ella supo que con amor y paciencia, cualquier semilla puede convertirse en algo increíble.
FIN.