La increíble hormiga amarilla
En lo más profundo del bosque, existía una colonia de hormigas muy trabajadoras y unidas. Todas las hormigas eran de un color rojizo, excepto una, que era de un vibrante color amarillo. Esta hormiga, llamada Sol, siempre se sintió diferente al resto de su familia, pero eso no le impedía ser parte activa de la colonia y trabajar duro junto a sus hermanas.
Un día, mientras recolectaban comida, Sol fue apartada por algunas hormigas que la señalaban y la criticaban por ser diferente. Aunque Sol se sintió triste y solitaria, decidió no rendirse y buscar una manera de demostrar que su color no definía quién era ella.
Mientras tanto, la colonia de hormigas se enfrentaba a un problema: la comida escaseaba y el invierno estaba próximo. Las hormigas estaban preocupadas y no sabían qué hacer. Fue en ese momento de desesperación que Sol descubrió algo sorprendente: tenía poderes especiales que le otorgaban una fuerza increíble. Decidió usar sus poderes para llevar comida de otros lugares lejanos y así abastecer a su familia.
Al principio, las demás hormigas se sorprendieron al ver a Sol regresar con grandes cantidades de comida, pero pronto entendieron que, a pesar de ser diferente, Sol tenía un corazón valiente y generoso. A medida que el invierno se acercaba, Sol se convirtió en una heroína para la colonia, proveyendo alimento y esperanza.
Finalmente, cuando el invierno llegó, la colonia estaba bien abastecida gracias al esfuerzo de Sol. Las demás hormigas reconocieron la valentía y el espíritu solidario de Sol, y aprendieron que la verdadera grandeza no se encuentra en la apariencia, sino en el valor y la bondad que uno posee en su interior.
Desde ese día, Sol fue aceptada y respetada por todos, y su color pasó a ser celebrado como algo único y especial. La colonia aprendió la valiosa lección de que la diversidad no significa debilidad, sino fortaleza, y que todos, sin importar nuestras diferencias, tenemos algo valioso que aportar al mundo.
FIN.