La Inesperada Amistad
Elias y Emiliano, dos mejores amigos, eran conocidos en su barrio por ser inseparables. Vivían en una casita a las afueras de la ciudad y, aunque todos en la escuela les decían que eran diferentes y raros, a ellos no les importaba. Tenían sus propios sueños, un gran amor por la música y un perro llamado Tobi que siempre los acompañaba en sus aventuras.
Sin embargo, había un chico en la escuela que siempre les hacía la vida difícil: Santino Burich. Santino era el típico chico que parecía tenerlo todo: era popular, tenía un gran grupo de amigos y siempre vestía a la moda. Pero también era arrogante y disfrutaba burlarse de los demás.
"Elias y Emiliano, los dos locos que creen que pueden tocar en una banda. ¿Quién les va a querer escuchar?" - solía decirles Santino.
"Deberías preocuparte por tus propias habilidades, Santino. Tal vez si dedicaras menos tiempo a molestar, podrías aprender a tocar el piano" - respondía Emiliano, enfadado, mientras Elias trataba de calmarlo.
A pesar de las burlas, Elias y Emiliano no se dejaban vencer. Montaron su propia banda, que llamaron ‘Los Dos Nobles’. Practicaban todos los días después de la escuela y su sueño era tocar en el festival de música local.
Un día, mientras practicaban en su habitación, Tobi, el perro, empezó a ladrar sin parar. Fui a ver qué pasaba y me encontré con Santino, quien estaba en la puerta con una expresión muy diferente a la que estaba acostumbrado a ver en él.
"Chicos, necesito ayuda" - dijo Santino, con voz quebrada.
"¿Ayuda? Pero si siempre nos estás molestando" - dijo Elias, sorprendidos.
"Sí, lo sé, pero... no sé cómo decir esto. El otro día, escuché una canción que me encantó y quisiera tocarla. No sé cómo hacerlo y..."
Elias y Emiliano se miraron entre ellos, sorprendidos. ¿Era posible que Santino quisiera aprender algo de música?"Está bien, podemos ayudarte. Pero no voy a permitir que te burles de nosotros nunca más" - dijo Emiliano, cruzando los brazos con determinación.
"¡Prometo que dejaré de hacerlo! No quiero seguir siendo ese chico malo" - Santino parecía genuino.
Así que, con un poco de desconfianza, pero con la voluntad de cambiar las cosas, aceptaron. Los tres comenzaron a practicar juntos, y para sorpresa de todos, Santino demostró ser un talento natural con la guitarra. Cada ensayo se transformaba en un momento divertido y lleno de risas, donde todos compartían anécdotas y sueños.
Con el tiempo, los chicos comenzaron a conocer otras facetas de Santino. Se dieron cuenta de que, detrás de la fachada de chico popular, había un joven que también tenía inseguridades, miedos y un profundo deseo de ser aceptado. Santino había vivido con la presión de ser el chico perfecto y eso lo llevaba a comportarse de manera negativa para sentirse superior.
Un día, mientras ensayaban, Santino se tomó un momento para hablar. "Chicos, hoy quiero agradecerles. Me he divertido tanto y no imaginé que podría hacer nuevos amigos. Nunca pensé que diría esto, pero ustedes son unos verdaderos amigos."
Elias y Emiliano sonrieron, sintiéndose felices. "No somos amigos por la música, Santino. Somos amigos porque hemos aprendido a respetarnos y aceptarnos unos a otros" - dijo Elias.
Finalmente llegó el día del festival. Nerviosos pero emocionados, los tres se subieron al escenario. La música comenzó, y sus corazones latían al unísono. A medida que tocaban, una alegría inusual los envolvía. La gente comenzó a aplaudir y a bailar, y los tres chicos se dieron cuenta del impacto que podían tener al unirse y dejar atrás sus diferencias.
Al finalizar la presentación, el público estalló en aplausos. Sabían que ese momento sería uno que jamás olvidarían. Santino, Elias y Emiliano se miraron, sabiendo que se habían convertido en algo más que amigos; se habían convertido en una familia.
"Esto fue solo el comienzo. ¡Las aventuras apenas empiezan!" - gritó Emiliano.
"Sí! ¿Qué otra locura nos espera?" - exclamó Santino con una sonrisa amplia, dejando atrás su pasado de rivales.
Aprendieron que a veces las apariencias engañan y que las personas pueden cambiar si les damos la oportunidad.
Y así, continuaron compartiendo su amor por la música y su amistad, dejando atrás las amarguras del pasado. Y lo más importante, entendieron que cada uno de nosotros es muy especial, por lo que necesitan recordar que es fundamental cuidar y aceptar a todos sin importar su historia.
Desde ese día, Los Dos Nobles siempre contaron con un tercer integrante, Santino, y juntos conquistaron corazones a través de su música.
FIN.