La Jefa Malvada y el Valor del Trabajo en Equipo



Era una vez, en la colorida Ciudad de Creativilandia, una pequeña empresa de arte y diseño llamada "Ideas Brillantes". La jefa de la empresa era la señora Malvina, conocida entre los empleados como la "Jefa Malvada". La señora Malvina siempre decía: "¡Yo soy la única que sabe lo que es bueno!"- Y así, nunca valoraba el trabajo de su equipo.

A pesar de las críticas de la señora Malvina, su equipo trabajaba duro. Estaba Laura, la diseñadora de modas; Felipe, el pintor; y Carla, la ilustradora infantil. Cada uno tenía ideas maravillosas, pero la señora Malvina nunca escuchaba sus opiniones.

Un día, la señora Malvina organizó una exposición muy importante que podía catapultar a la empresa a la fama. "Necesito algo brillante, algo que impresione a todos. ¡Voy a crear algo yo sola!"- dijo con arrogancia.

Laura, Felipe y Carla se miraron preocupados. Sabían que trabajar en conjunto podía traer mejores ideas, así que decidieron intentar motivar a la jefa.

Ese mismo día, Laura se acercó a Malvina y le dijo: "¿Y si usamos un vestido que se ilumine, como si llevara dentro el brillo de una estrella?"-

La señora Malvina la miró con desdén y respondió: "No tengo tiempo para ideas de novatos"-.

Desilusionados, Filipe y Carla decidieron unirse a su compañera.

Felipe propuso: "Podríamos hacer un mural gigante detrás del escenario. ¡Podría ser una obra colaborativa!"-

Y Carla, entusiasmada, añadió: "Podemos incluir dibujos de todos los niños del barrio para que se sientan parte de nuestro trabajo"-.

La señora Malvina continuó ignorando las buenas ideas, hasta que la fecha de la exposición se acercó. El día anterior, estaba trabajando sola en su brillante creación, pero algo no funcionaba. La máquina que utilizó para crear su vestido no respondía.

Frustrada, la jefa comenzó a gritar: "¡Esto es un desastre! No puedo hacer nada sin este vestido y todos los demás están en la nada"-.

En ese momento, Laura se acercó con un brillo en los ojos: "Jefa, nosotros tenemos ideas. Podemos unir fuerzas, trabajar como un equipo. Te ayudaríamos a terminar el vestido y a crear el mural"-.

La señora Malvina, cansada y sin opciones, suspiró: "Está bien. ¡Muéstrenme lo que saben hacer!"-

Esa noche, todos se pusieron a trabajar juntos. Laura diseñó un vestido que brillaba como un cielo estrellado. Felipe pintó el mural que mostraba a la comunidad unida en un día de fiesta. Y Carla dibujó a los niños sonriendo en el proceso.

Cuando llegó el día de la exposición, la señora Malvina se quedó sin palabras. "¡Es increíble!"- exclamó al ver el vestido iluminado y el mural vibrante.

La exposición fue un éxito rotundo. Todos los asistentes admiraban tanto el vestido como el mural.

Después del evento, la señora Malvina se dio cuenta de lo equivocada que había estado. "Creo que no valoro lo suficientemente el trabajo de cada uno de ustedes. ¡Gracias por hacer de esta una experiencia inolvidable!"-

Laura, Felipe y Carla sonrieron.

Desde entonces, la señora Malvina comenzó a escuchar y valorar las opiniones de cada uno de sus empleados. La empresa se convirtió en un lugar donde todos brillaban juntos a través del trabajo en equipo. La jefa aprendió que la colaboración hace el trabajo mucho más hermoso y divertido.

Y así, Creativilandia floreció más que nunca, uniendo a todos en la magia del trabajo en equipo.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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