La Jirafa Aprendiz
La jirafa estaba caminando por la sabana cuando de repente vio a un perro que hacía judo. Se acercó a él y le preguntó:- Hola, ¿tú eres cinturón negro en judo? - Sí, soy cinturón negro.
¿Por qué lo preguntas? - respondió el perro. - Es que yo tengo vergüenza de mi cuello corto. Todos mis amigos tienen el cuello largo y se burlan de mí. Quisiera ser como ellos - dijo la jirafa con tristeza.
El perro miró a la jirafa con ternura y le dijo:- No tienes que ser como los demás para ser feliz. Cada uno es especial y tiene habilidades únicas.
Tú puedes encontrar algo en lo que seas bueno y te haga sentir orgulloso. La jirafa pensó en las palabras del perro y decidió probar cosas nuevas para encontrar su talento. Intentó correr tan rápido como un guepardo, pero no era muy rápida.
Probó saltar como una impala, pero no era muy ágil en ese sentido.
Un día, mientras comía hojas de acacia, se dio cuenta de algo sorprendente: podía alcanzar ramas más altas que sus amigos con el cuello largo gracias a su habilidad para estirarse mucho hacia arriba. Emocionada por su descubrimiento, la jirafa comenzó a practicar cada vez más hasta convertirse en experta en alcanzar las hojas más altas del árbol.
Cuando sus amigos se dieron cuenta de esto, quedaron impresionados por su habilidad única e incluso comenzaron a pedirle consejos para mejorar su técnica. La jirafa se sintió muy orgullosa de sí misma y agradecida con el perro que le había enseñado a valorar sus habilidades especiales.
Desde ese día, la jirafa nunca más se avergonzó de su cuello corto. Aprendió que lo importante no es ser como los demás, sino encontrar su propio camino y ser feliz siendo quien es.
FIN.