La jirafa morada y la magia de la diversidad

Título: "El bosque de los colores"En un lejano bosque llamado Arcoíris, vivían animales de todos los colores y tamaños. Había conejos rosados, mariposas azules, osos verdes y pájaros amarillos.

Cada uno era único en su especie, pero a pesar de sus diferencias, todos se llevaban muy bien. Un día, llegó al bosque una nueva habitante: Luna, una jirafa morada con manchas naranjas. Al principio, algunos animales se sorprendieron por su apariencia tan diferente.

Pero pronto descubrieron que Luna tenía un corazón bondadoso y unas ganas enormes de hacer amigos. - ¡Hola! Soy Luna. ¿Puedo jugar con ustedes? -preguntó la jirafa emocionada. Los animales no sabían qué decir.

Algunos se miraron entre sí con dudas mientras otros murmuraban cosas como:- No parece una jirafa normal. - Sus manchas son muy raras. - No encaja en nuestro grupo. Pero el conejo Rosita, la mariposa Celeste y el oso Verde decidieron darle una oportunidad a Luna.

- ¡Claro que puedes jugar con nosotros! ¿Qué te parece si vamos a explorar el bosque juntos? -propuso Rosita con entusiasmo. Luna sonrió feliz y aceptó la invitación.

Los cuatro amigos comenzaron a recorrer el bosque de Arcoíris, saltando charcos de pintura y deslizándose por toboganes hechos de arcoíris. Se divirtieron tanto que ni siquiera notaron las miradas curiosas de los demás animales del bosque. Pero cuando llegaron al Lago Espejo, todo cambió.

En ese lago mágico cada animal podía ver reflejado su verdadero ser interior. Y para sorpresa de todos, cuando Luna se acercó al agua cristalina vio algo increíble: su pelaje morado se transformaba en destellos multicolores que brillaban intensamente bajo el sol.

- ¡Wow! ¡Miren lo que veo! -exclamó Luna emocionada mostrando su reflejo a sus amigos. Rosita, Celeste y Verde quedaron maravillados ante la belleza única de Luna.

Se dieron cuenta de que la diferencia no era algo malo sino algo especial que hacía brillar aún más al grupo. Desde ese día, Luna fue aceptada por todos en el bosque de Arcoíris y se convirtió en una amiga inseparable para Rosita, Celeste y Verde.

Juntos aprendieron que la verdadera magia estaba en respetar las diferencias y valorar lo especial que cada uno aporta al mundo.

Y así siguieron viviendo aventuras junto a los demás animales del bosque donde reinaba la diversidad y el respeto por las diferencias hasta el fin de sus días.