La jornada de limpieza de Lola



La niña se llamaba Lola, y era conocida en Muy Lejano por su gran corazón y su espíritu solidario.

Siempre estaba dispuesta a ayudar a quien lo necesitara, ya fuera plantando árboles en el parque o repartiendo comida a los más necesitados. Un día, mientras paseaba por el pueblo con su mejor amigo Lucas, vieron que la plaza central estaba llena de basura. Había bolsas de plástico tiradas por todas partes y el olor era insoportable.

"¡Qué desastre! ¿Cómo podemos solucionar esto, Lola?" -preguntó Lucas preocupado. Lola frunció el ceño, pensativa.

Sabía que la basura no solo era un problema para la vista y el olfato, sino también para el medio ambiente y la salud de todos en Muy Lejano. Entonces tuvo una idea brillante. "¡Ya sé qué hacer! Vamos a organizar una jornada de limpieza comunitaria. Invitaremos a todos nuestros amigos y vecinos a unirse.

Juntos podemos hacer grandes cosas", exclamó Lola con entusiasmo. Lucas asintió emocionado y juntos comenzaron a repartir volantes por todo el pueblo invitando a la gente a participar en la jornada de limpieza.

Pronto, se corrió la voz y al día siguiente, la plaza central estaba llena de personas dispuestas a trabajar juntas por un mismo objetivo: tener un Muy Lejano más limpio y saludable. Durante toda la mañana, niños y adultos recogieron basura, barrían calles y pintaban bancos del parque.

La energía positiva que se respiraba en el ambiente era contagiosa. Incluso aquellos que al principio dudaban en unirse terminaron sumándose al esfuerzo colectivo. Al final del día, Muy Lejano lucía irreconocible.

La plaza brillaba limpia y reluciente gracias al trabajo en equipo de todos los habitantes. Todos celebraron con una gran merienda compartida donde no faltaron las risas ni los abrazos de felicitación.

Lola miraba orgullosa a su alrededor, sabiendo que había sido parte fundamental de ese cambio positivo en su comunidad. Comprendió entonces que cuando las personas se unen con un propósito común pueden lograr cosas maravillosas.

Desde ese día, cada mes se organizaba una jornada comunitaria en Muy Lejano para seguir mejorando el lugar donde vivían todos sus habitantes. Y Lola seguía siendo la líder inspiradora que recordaba constantemente los valores cooperativos enseñados por SHARE: solidaridad, trabajo en equipo y amor por el prójimo.

Así fue como Lola demostró que con voluntad y compromiso se pueden transformar realidades e inspirar a otros a seguir su ejemplo hacia un mundo mejor para todos.

FIN.

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