La Laguna Encantada de Pacora
En un hermoso reino llamado Pacora, había una laguna mágica rodeada de árboles altos y flores de todos los colores. En el fondo de esta laguna vivía una sirena llamada Lira. Ella tenía una voz tan melodiosa que atraía a los animales y a las personas que se acercaban a admirarla. Pero, además, la laguna guardaba un secreto que pocos conocían: un dragón llamado Drako, que se escondía en una cueva cercana.
Un día, Lira decidió salir de la laguna y recorrer el bosque. Mientras nadaba cerca de la orilla, escuchó el sonido de pasos. Se asomó entre las plantas y vio a un rey acompañado de una hermosa dama, su hija, la Princesa Elena.
"¿Quién es esa criatura tan brillante del agua?" - preguntó el rey, maravillado.
"Soy Lira, la sirena de la laguna encantada" - respondió Lira, agitando su cola con alegría.
La princesa se inclinó hacia el agua, cautivada por la belleza de Lira.
"¡Qué hermosa eres! Me gustaría ser tu amiga y explorar juntas" - exclamó.
Pero esa misma tarde, un duende llamado Trico, que vivía en el bosque, avistó algo extraño en el cielo. Era Drako, el dragón, volando en círculos sobre la laguna.
"¡Ay, no!" - gritó Trico "Si el rey lo ve, se asustará y pensará que viene a atacar. Debo avisarles antes de que sea tarde."
El duende corrió al castillo y se encontró con el rey y la princesa.
"¡Alerta! ¡Un dragón está volando sobre la laguna!" - les dijo con preocupación.
"Eso suena peligroso," - dijo el rey, sacando su espada. "Debo proteger a todos."
"¡No!" - interrumpió la princesa. "Quizás Drako solo está buscando amistad. Yo le he escuchado cantar a Lira, tal vez pueda ayudarnos a entender sus intenciones."
Intrigados, el rey y la princesa decidieron acercarse a la cueva del dragón con Trico de guía. Cuando llegaron, Drako los miró con curiosidad.
"¿Qué buscan aquí, humanos?" - preguntó, con una voz profunda pero calmada.
"Hemos escuchado rumores de que podrías ser un peligro" - dijo el rey, firme.
"Eso no es cierto," - replicó Drako, decepcionado. "Solo quería visitar a Lira y compartir mis canciones, pero me temen."
La princesa, al escuchar esto, comprendió que no era justo juzgarlo sin conocerlo. Decidió intervenir.
"Lira, ¡ven!" - llamó, y la sirena salió de la laguna, su cola brillando con el sol.
"¿Qué sucede?" - preguntó Lira al ver a los nuevos visitantes.
"Queremos entender por qué Drako vuela sobre la laguna," - dijo la princesa con amabilidad. "Quizás necesitemos escucharlo cantar."
En ese momento, Drako comenzó a cantar una melodía suave y hermosa que resonó a través del bosque. Lira, inspirada, se unió a su canto con su voz melodiosa y juntos crearon una armonía mágica que encantó a todos. El rey y la dama se dieron cuenta de que Drako no era un monstruo, sino un ser sensible que solo buscaba compañía.
"Lo siento por haberte malinterpretado, Drako."
"Y yo lamento haber causado miedo," - dijo Drako, sonriendo con sinceridad. "Desde ahora, seré el guardián de esta laguna y cantaré para hacer feliz a todos."
Desde ese día, los cinco se convirtieron en grandes amigos. Dedicaban su tiempo a explorar la laguna, a cantar y a cuidar del bosque. A menudo, el rey y la princesa traían a su pueblo para disfrutar de los hermosos conciertos de Lira y Drako.
Trico, el duende, aprendió que no todo lo que parece peligroso es malo y se volvió el protector de la diversión, organizando juegos y picnics junto a la laguna.
La historia de Lira, Drako, el rey, la princesa y Trico se convirtió en una leyenda en Pacora, recordando a todos que el entendimiento y la amistad pueden superar cualquier miedo y diferencia.
FIN.