La lámpara mágica de Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Lety. Lety era valiente y aventurera, pero tenía un gran miedo que la atormentaba todas las noches: le tenía pánico a la oscuridad.

Todas las noches, al llegar la hora de dormir, Lety se acurrucaba bajo las sábanas y cerraba los ojos con fuerza, temiendo lo que pudiera acechar en la penumbra de su habitación.

Su mamá intentaba consolarla diciéndole que no había nada de qué preocuparse, pero el miedo de Lety seguía ahí, tan fuerte como siempre. Un día, mientras jugaba en el parque del pueblo con sus amigos Mateo y Sofi, escucharon un ruido proveniente del antiguo molino abandonado en las afueras.

Intrigados, decidieron ir a investigar. Al acercarse al molino, notaron que algo brillaba en uno de los ventanales. Con valentía, decidieron entrar para descubrir qué era.

Dentro del molino encontraron una lámpara mágica que emitía una luz cálida y reconfortante. Al tocarla, la lámpara comenzó a brillar aún más intensamente y de repente se escuchó una voz suave que les dijo: "¿Cuál es tu deseo más profundo?" Los tres amigos se miraron sorprendidos y nerviosos.

"Yo quiero ser el mejor futbolista del mundo", dijo Mateo emocionado. "Yo quiero ser veterinaria para cuidar a todos los animalitos", expresó Sofi con alegría.

Lety permaneció pensativa por un momento hasta que finalmente tomó coraje y dijo: "Quiero superar mi miedo a la oscuridad". La lámpara emitió un destello especial y les indicó que debían regresar al molino cuando llegara la noche para ver cumplidos sus deseos.

Esa noche, Lety sintió el mismo temor habitual al acostarse en su cama. Pero recordando su deseo formulado ante la lámpara mágica, decidió enfrentar su miedo. Con paso firme se dirigió hacia el molino acompañada por Mateo y Sofi.

Una vez dentro, la lámpara comenzó a brillar intensamente e iluminó toda la habitación con una luz reconfortante. De repente, Lety sintió cómo el miedo empezaba a disiparse poco a poco. "¡Lo estoy logrando! ¡No tengo miedo!" exclamó Lety con emoción mientras abrazaba a sus amigos.

En ese momento, la voz de la lámpara les habló nuevamente: "El verdadero valor reside en enfrentar nuestros miedos más profundos". Desde esa noche, Lety dejó atrás su temor a la oscuridad gracias al apoyo de sus amigos y a su propia valentía.

A partir de entonces vivió muchas aventuras sin dejar que ningún otro obstáculo le impidiera alcanzar sus sueños. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡siempre enfrenta tus miedos como lo hizo Lety!

FIN.

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