La lección de Coby


Había una vez un niño llamado Luis, que tenía 5 años y no le gustaba para nada comer verduras.

Todos los días, su mamá le preparaba un plato lleno de vegetales coloridos, pero él siempre los empujaba hacia un lado con cara de asco. Un día, mientras jugaba en el parque, Luis se encontró con un conejito muy especial. Tenía ojos brillantes y un pelaje suave como el algodón.

El conejito se acercó a Luis y le dijo en voz baja:- ¡Hola, Luis! Soy Coby, el conejo mágico. He venido a ayudarte a descubrir por qué las verduras son tan importantes. Luis abrió mucho los ojos sorprendido al escuchar hablar al conejito.

Sin embargo, decidió seguirlo curioso por lo que tenía para contarle. Coby llevó a Luis a través de un túnel brillante y misterioso que los transportó a un hermoso jardín lleno de plantas verdes y frutas jugosas.

Allí, vieron cómo las zanahorias crecían fuertes en la tierra y las espinacas bailaban al ritmo del viento. - ¿Ves, Luis? -dijo Coby-. Las verduras son como superhéroes para tu cuerpo.

Te dan la energía que necesitas para jugar, correr y saltar sin parar. Luis tocó una hoja de lechuga con cuidado y sintió cómo sus dedos se llenaban de vitalidad. Poco a poco comenzó a comprender la importancia de comer sano.

De regreso al mundo real, Luis le contó emocionado a su mamá sobre su aventura con Coby y cómo había aprendido a valorar las verduras.

Desde ese día, cada vez que veía un plato de vegetales en la mesa, recordaba la magia del jardín y los superpoderes que le brindaban. Con el tiempo, Luis se convirtió en un experto en probar nuevos sabores: disfrutaba de las zanahorias crujientes, las espinacas tiernas e incluso probaba el brócoli sin hacer caras raras.

Gracias al consejo del conejo mágico y su nueva actitud positiva hacia las verduras, Luis creció sano y fuerte como nunca antes lo había imaginado. Y así vivieron felices comiendo vegetales todos los días.

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