La lección de Don Conejo

En un bosque encantado vivían varios animales que solían reunirse para compartir historias y enseñanzas. Uno de los más sabios era Don Conejo, quien siempre tenía una fábula interesante que contar.

Un día, durante una asamblea en el claro del bosque, Don Conejo reunió a todos los animales y les dijo: "Hoy les contaré la historia de "El Zorro Astuto"".

"Había una vez un zorro muy astuto que se jactaba de ser el animal más inteligente del bosque", comenzó Don Conejo. "Siempre encontraba la manera de conseguir lo que quería sin importar a quién lastimara en el camino.

"Los animales escuchaban con atención mientras Don Conejo continuaba su relato:"Un día, el zorro decidió robar la comida que las ardillas habían guardado para el invierno. Con engaños y mentiras logró convencer a las ardillas de que le mostraran dónde escondían sus provisiones.

"Los animales se miraban entre sí con preocupación, sabiendo que la historia no tendría un final feliz. "Pero lo que el zorro no esperaba era encontrarse con Don Águila, quien desde lo alto había observado toda la escena", dijo Don Conejo en tono misterioso.

"Don Águila decidió intervenir y advirtió a las ardillas sobre las verdaderas intenciones del zorro. "Los animales estaban ansiosos por saber cómo terminaría la historia.

"Las ardillas, agradecidas por la intervención de Don Águila, pudieron proteger su comida y el zorro quedó avergonzado al ser descubierto", concluyó Don Conejo. "La moraleja de esta historia es que la astucia no siempre lleva al éxito si se basa en hacer daño a los demás. La verdadera inteligencia radica en actuar con bondad y respeto hacia los demás".

Los animales aplaudieron emocionados la fábula de Don Conejo y prometieron recordar siempre esa importante lección.

Desde ese día, en el bosque encantado reinó un ambiente de solidaridad y amistad entre todos los animales, quienes comprendieron que trabajar juntos y ayudarse mutuamente era mucho más valioso que cualquier artimaña astuta o malintencionada. Y así, gracias a las enseñanzas de Don Conejo, los habitantes del bosque vivieron felices y en armonía para siempre.