La lección de Doña Jirafa
En un pequeño pueblo llamado Villa Animalia, existía una escuela muy especial donde los animales también podían aprender.
La Escuela de la Sabana era un lugar mágico y único, donde todos los seres vivientes eran bienvenidos sin importar su especie. La directora de la escuela, Doña Jirafa, era alta y elegante. Siempre llevaba consigo un par de anteojos redondos que le daban un aire intelectual.
Un día soleado, decidió hacer una visita a las aulas para asegurarse de que todo estuviera en orden. Al entrar al salón de clases del Profesor León, vio a la vaca Lola intentando resolver un problema matemático bastante complicado. Su rostro reflejaba concentración y esfuerzo.
Doña Jirafa se acercó lentamente y preguntó: "¿Cómo te va con las matemáticas, Lola?""¡Hola, directora! Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para entenderlo", respondió Lola con determinación. Impresionada por la dedicación de la vaca, Doña Jirafa decidió quedarse un rato para ayudarla.
Con paciencia y amor, explicó el problema paso a paso hasta que finalmente Lola lo resolvió con éxito. Mientras tanto, en el patio de la escuela, el chancho Ramón practicaba carreras con la tortuga Matilde.
A pesar de ser muy veloz, Ramón nunca lograba ganarle a Matilde en ninguna competencia. "¡Vamos Ramón! ¡Tú puedes hacerlo!", alentaba Matilde mientras avanzaban por el camino. "¡No puedo! Eres demasiado rápida para mí", se lamentaba Ramón exhausto.
Doña Jirafa observaba la escena desde lejos y se acercó para hablar con ellos. Les explicó lo importante que era no rendirse y siempre dar lo mejor de sí mismos.
Inspirados por sus palabras motivadoras, Ramón decidió seguir intentándolo sin importar cuántas veces perdiera contra Matilde. Al caer la tarde, todos los animales se reunieron en el salón principal para presenciar una presentación especial del ave cantora Melodía.
Con su hermosa voz melodiosa, Melodía cautivó los corazones de todos los presentes y les recordó lo maravilloso que era aprender cosas nuevas cada día. Al finalizar la presentación, Doña Jirafa tomó la palabra: "Queridos estudiantes animales, recuerden que en esta escuela todos tenemos diferentes habilidades y talentos.
Lo importante es esforzarnos al máximo y nunca dejar de aprender". Los animales aplaudieron emocionados mientras Doña Jirafa sonreía orgullosa al ver el progreso y la determinación de cada uno de sus alumnos en aquella increíble Escuela de la Sabana.
Desde ese día en adelante, Villa Animalia fue conocida como un lugar donde todos eran bienvenidos a aprender juntos sin importar su especie ni sus diferencias.
FIN.