La lección de esfuerzo de Lautaro en la cancha de basquetbol


Lautaro era un niño apasionado por el basquetbol. Todos los días, después de la escuela, se dirigía a la cancha para practicar tiros, regates y pases.

Soñaba con convertirse en el mejor jugador de su barrio, pero a veces el cansancio y el esfuerzo lo desanimaban. Un día, mientras practicaba, Lautaro notó que su pelota estaba desinflada. Decidido a seguir jugando, se puso manos a la obra y la infló con todas sus fuerzas.

Pero, para su sorpresa, la pelota no aguantó la presión y reventó. Lautaro se sintió frustrado y exhausto, pensando en abandonar. En ese momento, apareció el entrenador Martín.

- ¡Hola Lautaro! ¿Qué ha sucedido? -preguntó Martín preocupado.

- Mi pelota se reventó, y estoy cansado y desanimado. No sé si quiero seguir intentándolo -respondió Lautaro desalentado.

- Escúchame, Lautaro. El esfuerzo es parte del camino hacia el éxito.

A veces las cosas se ponen difíciles, pero es en esos momentos cuando más tenemos que demostrar nuestra perseverancia. Toma esta pelota nueva y vuelve a intentarlo. Verás que con constancia y esfuerzo, lograrás lo que te propongas -dijo Martín con una sonrisa alentadora.

Lautaro asintió con determinación y, siguiendo el consejo de su entrenador, continuó practicando con renovado ánimo. Con el tiempo, su esfuerzo dio frutos y se convirtió en un excelente jugador, inspirando a otros niños a nunca rendirse ante los obstáculos.

Desde entonces, Lautaro recordaba aquella lección: el verdadero éxito viene del esfuerzo y la perseverancia.

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