La lección de la abuela Silvia


Había una vez una abuela llamada Silvia, que vivía en una casa grande y acogedora. Junto a ella vivían su hijo Martincho, el canoso, su nieta Catalina y la pequeña Oli, la nietita más pequeña de 1 año.

Un día, Abuela Silvia decidió que era hora de enseñarles a sus nietas algunos valores importantes para ser buenas personas. Así que reunió a todos en la sala y les dijo:"Hoy vamos a aprender sobre la importancia de compartir.

¿Saben qué significa compartir?"Catalina levantó la mano y respondió:"Compartir es cuando damos algo que tenemos para que otra persona también lo pueda disfrutar. "Abuela Silvia asintió con la cabeza y continuó:"Exactamente.

Y hoy vamos a hacer un juego para practicar esto. Vamos a tener cada uno una bolsa con dulces, pero solo tendrán 5 minutos para comerlos todos. Después de eso, tendrán que darle algunos dulces al otro miembro de su familia".

Todos aceptaron el desafío emocionados y comenzaron a comer sus dulces rápidamente. Pero después de los cinco minutos, Catalina se dio cuenta de algo importante. "Abuela Silvia, tengo muchos más dulces que Oli.

¿No sería justo si yo le doy algunos míos?"La abuela sonrió orgullosa y respondió:"Eso es exactamente lo que quería enseñarles: compartir no solo significa dar lo que te sobra sino también dar un poco de lo tuyo para ayudar al otro".

Entonces todos empezaron a intercambiar dulces entre sí hasta quedar equitativamente repartidos. Y así, aprendieron que compartir no solo es importante sino también justo y solidario.

Después de ese día, la familia de Abuela Silvia se convirtió en expertos compartiendo todo lo que tenían. Y siempre recordaron las lecciones valiosas que habían aprendido gracias a ella.

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