La lección de la amistad



Había una vez en la Universidad de los Cuentos, un pequeño y travieso estudiante llamado Juan. Juan era un niño muy inteligente, pero a veces se metía en problemas por su curiosidad incontrolable.

Un día, la profesora Margarita les anunció a todos que tendrían un examen muy importante. La profesora Margarita era conocida por ser estricta pero justa, y siempre exigía lo mejor de sus alumnos.

El día del examen llegó y la profesora repartió las hojas a cada uno de los estudiantes. Todos recibieron dos hojas para poder responder todas las preguntas correctamente. Juan estaba sentado detrás de su amigo Pedro, quien se dio cuenta de que le faltaba una hoja para completar el examen.

Pedro intentó llamar la atención de la profesora Margarita para pedirle otra hoja, pero ella estaba concentrada en revisar los exámenes de otros estudiantes.

Juan, viendo la preocupación de su amigo, decidió hacer algo inesperado: le pasó una de sus hojas sin dudarlo. "¡Aquí tienes Pedro! Toma esta hoja extra que no voy a necesitar", dijo Juan en voz baja. Pedro miró agradecido a su amigo y pudo completar el examen gracias a su generosidad.

Sin embargo, cuando llegó el momento de entregar los exámenes, la profesora Margarita notó que Juan solo había entregado una hoja en lugar de dos como todos los demás.

"Juan, ¿dónde está tu segunda hoja?", preguntó la profesora con tono firme. Juan se puso nervioso al darse cuenta del error que había cometido al darle la hoja a Pedro. No sabía qué decir y temía meterse en problemas por desobedecer las reglas del examen.

"Lo siento mucho, profesora Margarita. Le di mi segunda hoja a Pedro porque él necesitaba completar el examen", explicó Juan con sinceridad.

La profesora Margarita se detuvo por un momento y observó a ambos niños con una mezcla de sorpresa y admiración en sus ojos. Luego sonrió y les dijo:"Entiendo lo que hiciste, Juan. Tu acto de bondad hacia tu compañero es digno de reconocimiento.

En esta vida no solo debemos demostrar nuestro conocimiento académico, sino también nuestros valores humanos. "La historia sobre lo ocurrido durante el examen se corrió rápidamente por toda la universidad y tanto Juan como Pedro recibieron elogios por parte de sus compañeros y otros maestros.

Desde ese día, Juan aprendió que ser bueno con los demás vale más que cualquier calificación perfecta. Y Pedro comprendió la importancia de pedir ayuda cuando lo necesitaba en lugar de quedarse callado.

Y colorín colorado este cuento sobre amistad y solidaridad ha terminado ¡Que vivan siempre las buenas acciones entre amigos!

FIN.

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