La lección de la amistad en Villa Alegre



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde vivían la caperucita roja, el lobo feroz, Sol María y los tres cerditos.

Todos ellos eran vecinos y se llevaban muy bien a pesar de las diferencias que tenían. Caperucita Roja era una niña valiente y curiosa que siempre ayudaba a los demás. El Lobo Feroz, por otro lado, tenía fama de ser malo y peligroso, pero en realidad solo quería hacer amigos.

Sol María era una niña dulce y cariñosa que iluminaba con su alegría a todo el pueblo. Y los tres cerditos eran trabajadores y astutos constructores.

Un día, Caperucita Roja decidió organizar un picnic en el bosque para reunir a todos sus amigos. Invitó al Lobo Feroz, a Sol María y a los tres cerditos para compartir una tarde llena de juegos y diversión. Todos aceptaron emocionados la invitación.

Al llegar al bosque, cada uno trajo algo para compartir: Caperucita Roja llevó galletas caseras, el Lobo Feroz preparó un delicioso estofado de verduras (sin carne), Sol María llevó jugo de frutas frescas y los tres cerditos construyeron mesas y sillas con ramas y hojas.

Durante el picnic, compartieron anécdotas divertidas, jugaron al escondite e incluso cantaron canciones juntos. El Lobo Feroz demostró ser amable y simpático, lejos de la imagen amenazante que todos creían de él.

Sol María irradiaba felicidad con su sonrisa cálida, mientras que los tres cerditos mostraban su habilidad para construir cosas increíbles. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del otro lado del bosque. Era un zorro travieso que intentaba robarles la comida.

Sin pensarlo dos veces, todos se unieron para detener al intruso.

El Lobo Feroz corrió velozmente hacia él asustándolo con su fuerte rugido; los tres cerditos construyeron rápidamente una cerca improvisada; Caperucita Roja lanzó sus galletas como distracción; mientras que Sol María brillaba tan intensamente que iluminaba todo el lugar. Finalmente lograron ahuyentar al zorro travieso gracias a la colaboración entre todos. Esa experiencia les enseñó lo importante que es trabajar juntos como equipo para superar cualquier desafío.

Desde ese día en adelante, la caperucita roja, el lobo feroz, sol maria 3cerdito se convirtieron en grandes amigos inseparables.

Juntos recorrían el pueblo ayudando a quienes lo necesitaban, siempre recordando aquel día especial en el bosque donde descubrieron lo poderoso que puede ser la amistad cuando se cultiva con amor, respeto solidaridad. Y así vivieron felices por siempre jamás. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero nuestra historia apenas comienza.

FIN.

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