La Lección de la Casa Embrujada
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de bosques oscuros, una niña llamada Sofía. Sofía era valiente y curiosa, siempre buscando aventuras emocionantes. Un día, escuchó rumores sobre una casa abandonada al final del camino del cementerio.
Intrigada por la historia de la casa embrujada, decidió investigarla. A pesar de las advertencias de los adultos del pueblo, Sofía se adentró en el bosque hasta llegar a la misteriosa casa.
Al entrar en la casa, sintió un escalofrío recorrer su espalda. La atmósfera estaba cargada con una energía oscura y tenebrosa. Pero eso no detuvo a Sofía; siguió explorando cada rincón.
De repente, escuchó un susurro proveniente de lo más profundo de la casa: "-Sal de aquí mientras puedas". Ignorando el consejo fantasmal, ella continuó avanzando hacia el sótano. En el sótano encontró un antiguo libro con extraños símbolos grabados en su cubierta.
Sin pensarlo dos veces, comenzó a leerlo en voz alta sin darse cuenta del peligro que representaba. A medida que leía las palabras prohibidas en aquel libro maldito, las luces comenzaron a parpadear y las sombras cobraron vida propia.
El ambiente se volvió aún más terrorífico cuando apareció frente a ella un espíritu maligno conocido como "El Devorador". "-Has desatado mi poder", susurró El Devorador con voz siniestra. "-Ahora serás mi prisionera para siempre". Sofía intentó escapar, pero las puertas y ventanas se cerraron de golpe.
La niña gritó pidiendo ayuda mientras el espíritu la arrastraba hacia la oscuridad. El Devorador se alimentaba de su miedo y angustia, convirtiendo su vida en una pesadilla interminable.
El pueblo entero estaba aterrado por lo que había ocurrido con Sofía. Intentaron deshacerse del espíritu malvado, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. La casa abandonada quedó marcada como un lugar maldito e inhabitable. Desde aquel día, nadie volvió a aventurarse cerca de la casa embrujada.
Los niños del pueblo aprendieron una valiosa lección sobre el peligro de jugar con fuerzas paranormales sin saber lo que hacen.
Aunque esta historia tuvo un final trágico, sirve como advertencia para no dejarse llevar por la curiosidad irresponsable y tener cuidado al enfrentar cosas desconocidas y peligrosas. Recuerda, querido lector, que en ocasiones es mejor escuchar los consejos sabios y evitar adentrarte en lugares oscuros donde habita el mal.
FIN.