La lección de la luna
En lo profundo del bosque vivían una lechuza y un búho que eran los mejores amigos. Pasaban sus noches juntos, cazando ratones y contándose historias. Un día, mientras volaban por el bosque, se encontraron con un lobo.
El lobo, con su astucia, les dijo a la lechuza y al búho que la lechuza era más bonita que el búho. El búho, herido en su orgullo, se puso celoso y enojado.
- ¿Cómo puedes decir eso, lobo? ¡Claramente mi plumaje es mucho más hermoso que el de la lechuza! - exclamó el búho.
La lechuza, ofendida, le respondió furiosa: - ¡Tú estás celoso porque todos saben que mi elegancia es incomparable, búho! Así, entre gritos y reclamos, los amigos se separaron y cada uno voló en direcciones opuestas. Mientras tanto, la luna, que observaba la escena desde el cielo, suspiró con tristeza. - ¿Por qué están peleando, mis queridos amigos? Ustedes son igual de maravillosos a su manera.
Cada uno tiene su propio encanto y no hay razón para compararse. El búho y la lechuza, al escuchar la sabia voz de la luna, se detuvieron en seco. Comenzaron a reflexionar sobre lo que la luna les decía.
Finalmente, se dieron cuenta de que no tenía sentido pelear por algo tan superficial como la belleza externa. Decidieron volver a reunirse y disculparse mutuamente. Desde entonces, aprendieron a apreciarse y a celebrar sus diferencias.
La amistad volvió a brillar en el bosque, más fuerte que nunca. Y la luna, desde lo alto, sonreía al ver a sus queridos amigos reconciliados.
La lección de la luna había calado profundamente en sus corazones, enseñándoles que lo que realmente importa es la belleza interior y la amistad sincera.
FIN.