La lección de la mamá gallina



Había una vez en el campo, una mamá gallina con sus cinco pollitos. Ellos vivían felices y contentos en su granja, pero un día, la mamá gallina notó que sus pollitos no estaban bebiendo suficiente agua.

"¡Mis queridos pollitos! ¿Por qué no están tomando agua?"- preguntó la mamá gallina preocupada. "No nos gusta el sabor del agua"- respondió uno de los pollitos.

La mamá gallina sabía que era importante que sus hijos bebieran suficiente agua todos los días para mantenerse saludables y fuertes. Así que decidió buscar una solución al problema. Un día, mientras paseaba por el campo, la mamá gallina encontró a un sabio búho y le contó sobre el problema de sus pollitos.

El búho le dijo: "Los pollitos necesitan aprender sobre la importancia del agua. Debes enseñarles lo divertido y refrescante que es tomarla".

La mamá gallina siguió el consejo del búho y decidió llevar a sus pollitos a dar un paseo por el río cercano. Allí les mostró cómo los patos nadaban en el agua mientras se refrescaban y disfrutaban del sol. "Miren cómo se divierten nuestros amigos patos en el agua", les dijo la madre orgullosa.

"Ahora es su turno de probarlo. "Al principio, los pollitos dudaron ante las olas del río, pero poco a poco comenzaron a jugar juntos en él. Saltando y chapoteando como si fuera una piscina gigante.

La mamá estaba feliz viéndolos disfrutar mientras aprendían la importancia del agua. "¡Esto es divertido!"- gritaron los pollitos emocionados. Desde ese día, los pollitos comenzaron a beber más agua y se dieron cuenta de lo importante que era para su salud.

La mamá gallina estaba feliz porque sus hijos estaban felices, sanos y fuertes gracias al valioso consejo del sabio búho.

La moraleja de esta historia es que a veces necesitamos ver las cosas desde una perspectiva diferente para aprender sobre su importancia en nuestras vidas. Y siempre podemos contar con amigos sabios para ayudarnos.

FIN.

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