La lección de la patovica Ana



Era una noche de viernes y Sofia y Jose estaban muy emocionadas porque habían planeado salir juntas a bailar en la Taylor Fest. Se arreglaron, se maquillaron y se pusieron sus mejores vestidos.

Cuando llegaron al lugar, la música estaba a todo volumen y las luces brillaban como diamantes. Sofia y Jose comenzaron a bailar al ritmo de la música, saltando y riendo sin parar. Sin embargo, de repente, Jose comenzó a sentirse mal.

Su cabeza daba vueltas y su estómago empezó a dolerle. "Sofi, no me siento bien", dijo Jose mientras se agarraba el estómago con fuerza. "Tranquila amiga, vamos afuera para que puedas respirar aire fresco", respondió Sofia preocupada.

Mientras caminaban hacia la puerta de salida del lugar, Jose se desmayó. Fue entonces cuando apareció una patovica de seguridad llamada Ana que las ayudó inmediatamente. "¿Necesitan ayuda chicas?" preguntó Ana con una sonrisa en su rostro.

"Mi amiga se desmayó ¿puedes ayudarnos por favor?", pidió Sofia angustiada. Ana llamó rápidamente a un médico que estaba presente en el lugar para que revisara a Jose.

La doctora les recomendó llevarla al hospital más cercano ya que no podía hacer mucho ahí mismo. Sin saber qué hacer ni cómo reaccionar ante lo sucedido, Sofia entró en pánico.

Pero gracias al apoyo tanto de Ana como del personal médico del hospital donde llevaron a su amiga, lograron superar esa situación difícil. Mientras esperaban en el hospital, Ana les contó una historia que las dejó sorprendidas. Les habló de su pasado como enfermera y cómo decidió convertirse en patovica luego de un tiempo.

Les dijo que siempre había querido ayudar a la gente y que esa era una de las razones por las cuales amaba su trabajo. "Es importante siempre estar atentos a cómo se sienten nuestros amigos, familiares o incluso desconocidos.

Podemos hacer la diferencia si brindamos ayuda cuando alguien lo necesita", dijo Ana con una sonrisa cálida en su rostro. Después de unas horas, Jose se recuperó por completo gracias al tratamiento médico recibido y pudo volver a casa con Sofia.

A partir de ese día, ambas comprendieron lo importante que es estar atentos a los demás y ofrecer ayuda cuando sea necesario.

Agradecidas por la amabilidad y el apoyo recibidos por parte de Ana, decidieron escribirle una carta para expresarle su gratitud y reconocimiento por ser tan buena persona. Desde entonces, cada vez que salían juntas recordaban esa noche en la Taylor Fest como una experiencia inolvidable llena de aprendizajes valiosos.

FIN.

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