La lección de la tortuga Sabia
Había una vez en el bosque encantado de Villa Eco, un grupo de animalitos muy traviesos que no cuidaban su hogar como debían.
El conejito Saltarín, la ardilla Veloz y el pajarito Trinarín pasaban sus días jugando y dejando basura por todas partes, sin darse cuenta del daño que le estaban haciendo al medio ambiente. Un día, la tortuga Sabia les llamó la atención a los tres amigos y les explicó lo importante que era cuidar la naturaleza.
Les contó sobre los árboles que necesitaban para respirar, los ríos que requerían limpios para beber agua fresca y los animales que habitaban en el bosque y dependían de un entorno saludable.
- ¡Pero si solo estamos jugando! -se defendió el conejito Saltarín. - Es cierto, pero también es importante ser responsables con nuestro hogar -añadió la ardilla Veloz. - Tenemos que hacer algo para remediarlo -dijo el pajarito Trinarín con determinación.
Entonces, decidieron poner en marcha un plan para limpiar toda la basura del bosque. Organizaron equipos de trabajo, buscaron materiales reciclables para hacer bolsas ecológicas y se dispusieron a recolectar todo lo que habían tirado descuidadamente.
Durante días trabajaron juntos, divirtiéndose mientras recuperaban la belleza natural del lugar. Los animalitos aprendieron a separar los distintos tipos de residuos, a reutilizar objetos viejos y a respetar su entorno.
Poco a poco, el bosque volvía a brillar con todo su esplendor gracias al esfuerzo conjunto de todos sus habitantes. Finalmente, cuando terminaron de limpiar cada rincón del bosque encantado, organizaron una gran fiesta para celebrar su logro. Invitaron a todos los animales del lugar y compartieron una merienda con alimentos saludables preparados con ingredientes naturales.
- ¡Estoy tan feliz de haber ayudado a nuestra casa! -exclamó emocionada la tortuga Sabia. - Sí, ahora podemos disfrutarla aún más sabiendo que estamos cuidándola como se merece -agregó el conejito Saltarín sonriente.
- ¡Que viva Villa Eco y todos sus habitantes comprometidos con el medio ambiente! -gritó el pajarito Trinarín desde lo alto de un árbol. Desde ese día en adelante, los animalitos de Villa Eco siguieron siendo guardianes activos de su hogar.
Cada uno hacía su parte para mantener limpio y sano el bosque encantado donde vivían, recordando siempre la lección aprendida: "Cuidar nuestro planeta es responsabilidad de todos". Y así vivieron felices por siempre jamás en armonía con la naturaleza.
FIN.