La lección de los ratones en la Escuela Rural Los Girasoles



Kity era la directora de la Escuela Rural "Los Girasoles", una pequeña escuela en medio del campo donde los niños aprendían rodeados de naturaleza y animales.

Un día, al entrar a uno de los salones, Kity descubrió que había un par de ratones correteando por el suelo. - ¡Ay, qué sorpresa! -exclamó Kity al ver a los ratoncitos-. Parece que tenemos unos invitados inesperados en clase hoy. Los niños se acercaron curiosos para ver a los nuevos visitantes.

Algunos tenían miedo, otros estaban emocionados. Kity sabía que este era un momento perfecto para enseñarles algo importante. - Chicos, ¿saben qué representan estos ratones? -preguntó Kity con una sonrisa.

- ¡Son sucios y dan miedo! -dijo Martín, un niño de primer grado. - Bueno, Martín, es cierto que a veces asustan un poco -respondió Kity-, pero también son seres vivos que merecen nuestro respeto y cuidado.

Los ratones cumplen un papel importante en la naturaleza comiendo insectos y ayudando a mantener el equilibrio en el ecosistema. Los niños escuchaban atentamente las palabras de Kity mientras observaban a los ratones con otros ojos.

De repente, uno de los ratoncitos se acercó a Emma, una niña tímida que estaba sentada en una silla llorando porque se le había caído su dibujo al piso. - ¡Miren! -exclamó Juanito señalando al ratón junto a Emma-. Está tratando de consolarla.

Kity sonrió al ver cómo el pequeño roedor parecía mostrar empatía hacia la niña triste. Ese gesto hizo reflexionar a todos en el salón sobre la importancia de no juzgar a alguien por su apariencia o especie.

- Los ratones nos están enseñando una gran lección hoy -dijo Kity-. A veces lo más inesperado puede traer consigo sorpresas maravillosas si estamos abiertos a aprender y comprender desde otro punto de vista.

Los niños asintieron con entusiasmo y empezaron a hacer preguntas sobre los ratones: ¿Qué comen? , ¿Dónde viven? , ¿Cómo se comunican entre ellos? Kity respondió pacientemente cada pregunta fomentando la curiosidad y el amor por la naturaleza en sus alumnos.

Al final del día, cuando llegó la hora de irse a casa, todos despidieron cariñosamente a los dos ratoncitos que habían encontrado refugio temporal en su salón. Se prometieron cuidar mejor el entorno escolar y respetar toda forma de vida que compartiera con ellos ese hermoso espacio rural.

Y así fue como aquel día especial se convirtió en una experiencia inolvidable para todos en la Escuela Rural "Los Girasoles", gracias a la sabiduría inesperada impartida por dos pequeños huéspedes animals: los simpáticos ratones.

FIN.

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