La lección de Lucina



Lucina era una niña muy especial. Siempre estaba sonriendo y tenía una curiosidad infinita por el mundo que la rodeaba. Pero había algo que la preocupaba: sus dientes estaban empezando a caerse.

Un día, mientras se cepillaba los dientes antes de ir a dormir, decidió escribirle una carta al famoso Ratón Pérez para pedirle ayuda. Querido Ratón Pérez, Mi nombre es Lucina y soy una niña de seis años.

Mis dientes están empezando a caerse y me da un poco de miedo. ¿Podrías ayudarme? LucinaAl día siguiente, cuando Lucina despertó, encontró un pequeño sobre debajo de su almohada.

Lo abrió con emoción y leyó lo que decía: Querida Lucina,¡Claro que te puedo ayudar! Pero necesito saber más acerca de ti primero.

¿Qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus sueños? Ratón PérezLucina pensó en las preguntas durante todo el día y finalmente decidió responderle al ratoncito: Querido Ratón Pérez, Me encanta dibujar y jugar con mis amigos en el parque cerca de mi casa. Mi sueño es ser astronauta algún día. LucinaPero entonces ocurrió algo inesperado. Esa misma noche, los abuelos Negro llegaron a visitarla desde el campo donde vivían.

- ¡Hola Luci! -dijo emocionado su abuelo-. Hace tanto tiempo que no nos vemos. - ¡Hola abuelo Negro! -respondió ella feliz-. ¿Cómo están todos allá? - Muy bien gracias -dijo su abuela mientras sacaba un paquete de la bolsa-.

Trajimos algo para ti. Lucina abrió el paquete y encontró una pequeña libreta con tapa de cuero. Era perfecta para dibujar. - ¡Es hermosa! -exclamó Lucina agradecida-. Gracias, abuelos Negro. Entonces se le ocurrió algo.

Si ella quería ser astronauta algún día, necesitaba aprender todo lo que pudiera sobre las estrellas y los planetas. Y qué mejor manera de hacerlo que dibujando e investigando en su nueva libreta.

Esa noche, antes de irse a dormir, Lucina escribió otra carta al Ratón Pérez: Querido Ratón Pérez, Gracias por querer ayudarme. Pero creo que ya sé cómo cuidar mis dientes solita.

Mi abuelo Negro me dio una libreta para dibujar y voy a usarla para aprender más sobre los planetas y las estrellas. Así puedo ser astronauta algún día como siempre quise. ¡Gracias por inspirarme! LucinaY así fue como Lucina aprendió que no siempre necesitamos ayuda externa para resolver nuestros problemas.

A veces solo tenemos que mirar dentro de nosotros mismos y encontrar la respuesta allí mismo.

FIN.

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