La lección de Mateo
Había una vez en el colegio "Rayitos de Sol", un niño llamado Mateo que estaba resfriado pero igual decidió ir a clases. No llevaba cubrebocas y durante el recreo, jugó con sus amigos sin preocuparse por contagiarlos.
Al día siguiente, su mejor amigo Tomás llegó al colegio con fiebre y tos. Mateo se sintió mal al verlo enfermo y se dio cuenta de que había sido irresponsable al no cuidarse ni cuidar a los demás.
"Tomás, ¿cómo estás? ¿Qué te pasó?", preguntó Mateo preocupado. "Estoy resfriado, creo que me contagié ayer en el recreo", respondió Tomás con voz débil. Mateo se sintió culpable por haber jugado con Tomás sin protegerlo.
Decidió hablar con la maestra Clara para contarle lo sucedido y pedirle consejo sobre cómo ayudar a su amigo. La maestra Clara escuchó atentamente a Mateo y le explicó la importancia de cuidar la salud propia y la de los demás.
Le recordó la importancia de usar cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente y mantener la distancia cuando alguien está enfermo. "Mateo, es fundamental ser responsables con nuestra salud y la de los demás.
Si estamos enfermos, lo mejor es quedarnos en casa para no contagiar a nuestros amigos. Pero si tenemos que salir, siempre debemos usar cubrebocas y tomar precauciones", dijo la maestra Clara con firmeza pero ternura. Mateo asintió entendiendo el mensaje de la maestra Clara.
Se disculpó sinceramente con Tomás por no haber sido cuidadoso e hizo todo lo posible para ayudarlo durante el día. Le llevó agua, le prestó sus cuadernos y le animó a descansar para recuperarse pronto.
Los días pasaron y Tomás se recuperó gracias al cuidado de Mateo y a seguir las recomendaciones de higiene aprendidas en clase. Los dos amigos fortalecieron aún más su amistad al comprender la importancia de cuidarse mutuamente para evitar enfermedades.
Desde entonces, Mateo siempre fue muy responsable con su salud y la de los demás. Siempre llevaba consigo un cubrebocas extra por si algún amigo lo necesitaba e insistía en lavarse las manos antes y después de cada actividad.
Así, Mateo aprendió una valiosa lección: ser responsables no solo nos protege a nosotros mismos sino también ayuda a quienes nos rodean a estar sanos y felices.
Y juntos, él y Tomás siguieron disfrutando de muchas aventuras llenas de diversión pero esta vez ¡siempre cuidándose mutuamente!
FIN.