La lección de Mati y Agus


Mati y Agus eran dos hermanos gemelos apasionados por las carreras de TC y fanáticos de dos grandes ídolos argentinos: Traverso y Maradona. Siempre que tenían la oportunidad, iban al autódromo a ver a sus pilotos favoritos correr.

Un día, Mati y Agus decidieron juntarse con algunos amigos para celebrar el cumpleaños de uno de ellos. Como era una ocasión especial, compraron algunas cervezas para brindar por el festejo.

"¡Salud!"- dijeron todos al unísono mientras chocaban sus botellas. Pero pronto se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo. Se sentían mareados y desorientados, como si estuvieran viendo todo desde una nube. "¿Qué nos pasa?"- preguntó Mati preocupado.

"No lo sé, pero creo que esta cerveza es más fuerte de lo que pensábamos"- respondió Agus con voz temblorosa. De repente, apareció frente a ellos un personaje misterioso vestido con una túnica blanca.

Era un anciano sabio que les ofreció ayuda para superar esa situación difícil en la que se encontraban. "Chicos, no deberían estar bebiendo alcohol si son menores de edad" - dijo el anciano con tono serio pero amable-. "Pero ya están aquí así que les daré un consejo valioso".

Les explicó cómo el consumo excesivo de alcohol puede afectar su salud física y mental además del peligro en situaciones peligrosas como manejar o hacer deportes extremos.

También les habló sobre la importancia de cuidar su cuerpo y mente, de tener respeto por sí mismos y por los demás. Los gemelos escucharon atentamente las palabras del anciano sabio, sintiéndose avergonzados por haber hecho algo mal.

Agradecidos por su ayuda, prometieron que nunca volverían a beber alcohol hasta ser mayores de edad. "Gracias por tu consejo"- dijo Agus con una sonrisa en el rostro-. "Realmente nos has enseñado una gran lección".

El anciano sabio se despidió de ellos con un abrazo cálido y les deseó lo mejor para sus futuras carreras como pilotos. Mati y Agus se sintieron renovados y motivados para seguir adelante con sus sueños, sabiendo que el éxito dependía no solo de su habilidad al volante sino también de su responsabilidad como adultos.

Desde ese día, los Melli rock carreras aprendieron a disfrutar la vida sin poner en riesgo su salud ni la seguridad de quienes les rodean. Y aunque todavía eran jóvenes, demostraron madurez al tomar decisiones inteligentes y responsables.

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