La lección de Merlina


Merlina era una gata hermosa y elegante que vivía en una casa muy acogedora. Era la reina indiscutible de su hogar, donde disfrutaba de su comida favorita y corretear por el jardín. A pesar de ser cariñosa con otros animales, a Merlina no le gustaba demostrar cariño a sus humanos. Prefería mantener su distancia y parecía disfrutar de la soledad. Sus dueños, preocupados por su actitud distante, intentaban acercarse a ella con cariño, pero Merlina siempre se alejaba.

Un día, mientras Merlina exploraba el jardín, se encontró con un pajarito herido. A pesar de que los humanos intentaron ayudarlo, el pajarito tenía miedo y no se dejaba tocar. Merlina se acercó lentamente, con cuidado, y comenzó a maullar suavemente para tranquilizarlo. El pajarito, sorprendido por el gesto amable de la gata, dejó de temblar y permitió que Merlina lo acariciara con su suave pata. Los humanos observaban asombrados la escena, viendo a Merlina mostrar compasión y cariño hacia el pajarito.

Desde ese día, Merlina cambió su actitud. Comenzó a acercarse más a sus humanos, permitiéndoles acariciarla y jugar con ella. Comprendió que el cariño no solo se recibía, sino que también se daba, y que mostrar amor y compasión podía traer alegría a todos a su alrededor.

Merlina se convirtió en la reina cariñosa de la casa, siempre dispuesta a compartir su amor con quienes la rodeaban, demostrando que todos podemos cambiar y aprender a mostrar afecto, incluso si al principio no nos parece natural.

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