La lección de Pietra



Había una vez una niña llamada Pietra, que era muy curiosa y siempre quería hacer las cosas a su manera. Aunque sus papás le daban muchas indicaciones y consejos para cuidarse, ella no siempre los seguía.

Un día, mientras sus papás estaban ocupados en el jardín, Pietra decidió ir a explorar el bosque detrás de su casa. Sabía que estaba prohibido porque podía ser peligroso, pero la curiosidad era más fuerte que ella.

Al entrar al bosque, Pietra se encontró con un arroyo brillante y cristalino. Se acercó cautelosamente y vio a unos patitos nadando en él. Queriendo jugar con ellos, Pietra pensó: "Mis papás no estarán preocupados si les digo que solo fui hasta aquí".

Pero cuando llegó a casa esa tarde, sus papás notaron algo extraño en su comportamiento. Su mamá le preguntó: "¿Dónde has estado hoy?".

Pietra sintió un nudo en el estómago y respondió: "-Estuve jugando en el patio como me dijeron-. "Sin embargo, los ojos de sus padres mostraban preocupación e incredulidad. Sabían que algo no estaba bien. Así que decidieron darle otra oportunidad para decir la verdad.

Al día siguiente, mientras los tres caminaban por el parque cerca de su casa, Pietra vio un heladero justo al otro lado del camino.

Sus ojos se iluminaron y tuvo una idea traviesa: "Si cruzo corriendo antes de que mis papás me lo prohíban, podré disfrutar de un helado sin tener que pedir permiso". Pietra corrió hacia el heladero y pidió un cono de helado de chocolate, pero en su emoción no se dio cuenta de que estaba cruzando la calle sin mirar.

Por suerte, un auto pudo frenar a tiempo para evitar atropellarla. Cuando sus papás llegaron corriendo hacia ella, respirando aliviados, Pietra sabía que había hecho algo muy mal. "-Lo siento mucho, papá y mamá", dijo con lágrimas en los ojos.

"-No debería haber desobedecido ni mentido. Aprendí mi lección. "Sus padres la abrazaron fuertemente y le dijeron lo orgullosos que estaban de ella por reconocer sus errores.

Le explicaron que siempre debía obedecer las reglas para mantenerse segura y protegida. Desde ese día, Pietra decidió ser más responsable y escuchar a sus padres. Aprendió que decir la verdad es importante porque eso construye confianza y evita problemas mayores.

Con el paso del tiempo, Pietra se convirtió en una joven honesta y valiente. Ayudaba a otros niños a aprender de sus propios errores y siempre recordaba la importancia de obedecer las reglas.

Y así fue como Pietra aprendió que ser honesta consigo misma y con los demás era lo mejor para vivir una vida feliz y llena de aventuras seguras junto a quienes más amaba.

FIN.

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