La lección de Rayitos de Sol



Había una vez en la Escuela Primaria "Rayitos de Sol" una profesora de matemáticas muy querida por todos sus alumnos. La Profesora Mónica era conocida por su paciencia, creatividad y cariño hacia los niños.

Siempre buscaba la forma más divertida y didáctica de enseñarles las operaciones matemáticas para que pudieran entenderlas fácilmente.

Un día, mientras la Profesora Mónica estaba explicando cómo resolver problemas de suma y resta con fracciones, un travieso alumno llamado Juan decidió jugarle una broma pesada. Con sigilo, sacó un frasco de cloroformo que había encontrado en el laboratorio y lo utilizó para hacer que la profesora se desmayara.

- ¡Profesora Mónica, qué te pasa! -exclamaron los niños al verla caer desmayada en el suelo. Juan se asustó al darse cuenta de lo que acababa de hacer. Rápidamente pidió ayuda a sus compañeros para llevar a la profesora a la enfermería.

Mientras tanto, los demás alumnos estaban preocupados y sin saber qué hacer. La enfermera de la escuela examinó a la Profesora Mónica y confirmó que solo se trataba de un desmayo sin consecuencias graves.

Después de unos minutos, la maestra recuperó el conocimiento y miró a sus alumnos con una sonrisa. - ¿Qué ha pasado? -preguntó confundida. Los niños le contaron todo lo sucedido y Juan no pudo contener las lágrimas al pedir disculpas por su travesura malintencionada.

- Juan, entiendo que cometiste un error grave pero es importante aprender de él. Las bromas pesadas pueden lastimar a otras personas. Lo importante es reconocer nuestros errores y ser capaces de rectificarlos -dijo la Profesora Mónica con calma.

Juan prometió no volver a hacer algo así nunca más y desde ese día cambió su actitud en clase. Se convirtió en uno de los mejores estudiantes y siempre ayudaba a sus compañeros cuando tenían dificultades con las matemáticas.

La Profesora Mónica también valoraba mucho el esfuerzo del niño por cambiar y juntos crearon un ambiente aún más armonioso en el salón.

Con el tiempo, la historia del desmayo quedó como una anécdota divertida que enseñaba importantes lecciones sobre responsabilidad, perdón y empatía entre todos los miembros del colegio "Rayitos de Sol". Y así, juntos lograron superar cualquier obstáculo que se les presentara en su camino hacia el aprendizaje y la amistad verdadera.

FIN.

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