La lección de respeto



Había una vez una familia muy peculiar compuesta por Nico, su perrita Mika Mimosa, su mamá y su papá. Un día, la mamá decidió experimentar en la cocina con su nueva Thermomix y se le ocurrió cocinar cucarachas.

Nico estaba asqueado solo de pensar en ello, pero su mamá insistió en que era un plato exótico y delicioso. "¿Cucarachas? ¿Estás segura, mami?" preguntó Nico con cara de asco.

"¡Claro que sí! ¡Mira qué fácil es cocinarlas!" respondió la mamá mostrándole el libro de recetas. Nico no quería comer cucarachas, así que decidió irse a jugar con Mika Mimosa al jardín. Pero mientras jugaban, escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano.

Era un oso gigante que había escapado del zoológico y estaba hambriento. "¡Corre Mika! ¡Tenemos que avisar a papá!" gritó Nico mientras corrían hacia la casa.

Cuando llegaron a la casa, encontraron al papá durmiendo profundamente en el sofá y roncando tan fuerte como si estuviera comiendo un oso entero. A pesar de los esfuerzos de Nico para despertarlo, el papá seguía dormido. "No podemos esperar más tiempo", dijo Mika decidida "tenemos que hacer algo".

Así fue como Mika ideó un plan para ahuyentar al oso: ella sería el señuelo mientras Nico preparaba una trampa para atraparlo. Con valentía y astucia, lograron engañar al oso y atraparlo en la trampa.

Cuando el papá finalmente se despertó, se sorprendió de ver al oso atrapado en su jardín. Pero no perdió el tiempo y decidió cocinarlo a la parrilla. "¡Miren lo que tenemos para comer! ¡Un oso entero!" exclamó el papá emocionado.

Nico y Mika Mimosa estaban felices de haber salvado el día, pero no podían dejar de pensar en las cucarachas que su mamá había intentado cocinar.

Así que decidieron hablar con ella y explicarle lo importante que es respetar a todos los seres vivos, incluyendo a las cucarachas. La mamá reflexionó sobre esto y decidió buscar recetas más amigables con el medio ambiente. Juntos, disfrutaron de una deliciosa cena vegetariana mientras compartían historias sobre sus aventuras del día.

Desde ese día en adelante, la familia aprendió que siempre hay una forma más respetuosa de tratar a los seres vivos y que trabajar juntos puede lograr grandes cosas. Y así fue como Nico, Mika Mimosa, su mamá y su papá vivieron felices para siempre.

FIN.

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