La lección de Rocky y Mishi



Había una vez en un pequeño pueblo, un perro llamado Rocky que era el campeón local de billar. Siempre estaba practicando en la mesa de billar del bar "El Rincón del Gato", donde también vivía un gato llamado Mishi.

Rocky y Mishi tenían una relación peculiar. A pesar de ser muy distintos, se llevaban bastante bien y solían pasar tiempo juntos.

Un día, mientras Rocky practicaba sus tiros en la mesa de billar, Mishi se acercó curioso a ver qué hacía su amigo. "¡Mirá, Mishi! Soy imparable en este juego. ¿Querés intentarlo tú también?" -dijo Rocky emocionado.

Mishi, aunque al principio dudaba por no tener patas para sostener el taco como lo hacía Rocky, decidió probar suerte y aceptó jugar una partida contra él. La partida comenzó y ambos estaban concentrados en cada movimiento. Rocky demostraba su habilidad con cada tiro preciso que realizaba.

Sin embargo, en un descuido, uno de los tiros falló y la bola golpeó accidentalmente a Mishi. El gato dio un salto asustado y se apartó rápidamente de la mesa de billar. Estaba molesto por el golpe involuntario que había recibido.

"¡Ay! ¡Eso dolió, Rocky! No quiero seguir jugando si me vas a lastimar" -mencionó Mishi con tristeza mientras acariciaba el lugar donde lo había golpeado la bola. Rocky sintió mucha culpa al ver a su amigo herido y comprendió que debía ser más cuidadoso cuando jugaban juntos.

Se disculpó sinceramente con Mishi y le prometió ser más atento en adelante. "Lo siento mucho, Mishi. No fue mi intención lastimarte.

Prometo controlar mejor mis tiros para que no vuelva a ocurrir algo así" -se disculpó Rocky con arrepentimiento en sus ojos. Mishi aceptó las disculpas de su amigo y decidieron continuar jugando pero esta vez con más precaución por parte de Rocky. La partida siguió entre risas y buenos momentos compartidos.

Al finalizar el juego, ambos amigos se abrazaron demostrando que los accidentes pueden ocurrir pero lo importante es saber pedir perdón y aprender de ellos para evitar repetirlos en el futuro.

Desde ese día, Rocky se convirtió en un compañero más atento y cuidadoso cuando jugaba con Mishi, fortaleciendo aún más su amistad basada en el respeto mutuo y la comprensión.

Y así continúan siendo inseparables amigos que disfrutan compartiendo aventuras juntos en "El Rincón del Gato", donde las diferencias no son obstáculo para construir relaciones sólidas basadas en el cariño sincero.

FIN.

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